1. Jorge y Alejandra: Una nueva etapa


    Fecha: 23/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: MartinyMarcela, Fuente: CuentoRelatos

    ... fijamos que no se iba a obsesionar con quedar embarazada, dejaríamos que todo siga su curso normal y bueno... si lograba a prender la semillita bienvenido sea.
    
    Volvimos a Buenos Aires y estaba muy calmada, retomó sus clases de yoga y empezó un curso de pintura sobre tela. Mantuvo su mente entretenida y anduvimos bien, hasta que un día ese maldito grupo de mamis del Whatsapp la descolocó una mañana mientras desayunábamos: Rocío la mamá de Melany (otra compañera de nuestra hija) anunciaba que iba a ser madre por segunda vez.
    
    Y se empezó a enloquecer otra vez, y todo lo que acordamos en nuestro viaje al sur no sirvió para nada. Tuvimos una discusión y nos dejamos de hablar todo ese día.
    
    Al atardecer salió al balcón a leer un libro, y como hacía demasiado calor estaba con ropa cómoda, un shortcito de algodón a cuadros, una musculosa y descalza. Armó la reposera y se tendió a leer. El tema es que desde el balcón del edificio de enfrente volvió aquel mirón que se masturbaba viéndola y seguramente reincidió en esa práctica observándola y ella se tentó como en los viejos tiempos.
    
    Y algo pasó en ese balcón, es como que renació esa Alejandra putona que estaba dormida, esa putona de la que me enamoré estaba de vuelta.
    
    Esa noche cenamos sin hablarnos, después cada uno fue a la cama por su lado y ella retomó la lectura mientras yo veía un canal de noticias en la televisión.
    
    Apagué la TV, me di media vuelta y dormí. Si bien ella siguió leyendo, cuando imaginó que yo ...
    ... dormía profundo abrió sus piernas y empezó a tocarse. De masturbarse con dos dedos se entusiasmó y ya lo hizo con tres, se movía más agitada y levantaba la cola haciendo fuerza con sus piernas mientras se metía sus deditos para darse placer. Yo de espaldas a ella escuchaba todo y tenía la verga hiper parada, era hermoso oírla emitir leves gemidos contenida con tal de no despertarme. Se habrá mojado de un modo sensacional porque en el mete y saca de sus dedos podía sentirse ese chasquido propio de cuando se sumerge la mano en una superficie acuosa. Suspiró profundamente y acabó.
    
    Se calentó con el tipo de enfrente, quizás él le mostró la pija y ella se tentó tanto que se tuvo que tocar para desahogarse.
    
    Domingo, el día siguiente se levantó temprano y decidió ir a la panadería. Se vistió muy casual con un pantalón jogging celeste y una remera básica color blanca, se puso sus zapatillas y sus anteojos negros y salió.
    
    Al volver la noté alterada, y me contó lo sucedido:
    
    –Toto no sabés lo que me pasó, ¿te acordás del pajero ese del edificio de enfrente? Bueno, yo estaba en el puesto de diarios y pasó a mi lado el tipo degenerado que me mira y se toca. Compré el diario y fui a la panadería y el tipo simuló mirar una vidriera y cuando pasé por ese local comenzó a seguirme, entré a comprar pan y él también detrás de mí y como había demasiada gente se me arrimó y me manoseó la cola.
    
    –Y vos qué hiciste?
    
    –Nadaaa... que querés que hiciera si no cabía un alfiler en la panadería ...
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