Yulia
Fecha: 26/09/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: Zorro Vikingo, Fuente: TodoRelatos
NINFA 1
En una etapa de mi vida en la que perdí la esperanza en tener una pareja estable, ella no lo resolvió. Volvió mi mundo patas arriba, me devolvió la vida y me la arrebató, la amé, me liberó, la disfruté, la odié, me amó y me destruyó. Pero empecemos por el principio...
La encontré en una conocida app de citas. Se nombre: Yulia, con Y, era rusa. En las fotos era guapísima, casi como para no creerme que me hiciera caso, apenas habláramos un par de días, todo muy banal y accediera a quedar conmigo si la invitaba a cenar ese mismo sábado. Y así fue. Aunque me costara pasta, elegí un restaurante de los buenos, no muy lejos de la zona más turística de la ciudad, en el que siempre me habían ido bien las citas.
Llegué antes y la esperé en la puerta. Pocos minutos después la vi aparecer por una esquina a lo lejos, pero iba hablando con otra chica. Tenía que ser ella, estaba seguro, no me lo podía creer, estaba tremenda como en las fotos. Una calle antes de llegar a mí se despidió de su amiga, y llegó sonriendo hasta donde estaba yo. Sorprendentemente los filtros de las fotos no me habían mentido más de lo que uno podía esperar. Pelo rizado, casi rojizo, ojazos verdes y una preciosa boca que quería besar ya con locura y que solo me dio dos falsos besos en las mejillas al saludar.
- ¿Estás seguro que quieres cenar aquí? -interrumpió mis divagaciones mentales-. Esta invitación te va a salir un pelín cara y yo me conformo con un Burger King -expresó con una cara de ...
... "chaval, eres un pringado".
Nos reímos los dos y como apenas habíamos hablado por mensajes, me pareció simpática en persona también. Algo tenía que estar mal en ella, eso me decía mi interior, yo era así de negativo. Yo había tenido novias guapas que me habían gustado mucho, pero sentía que esta chica podía estar a otro nivel, y entrando - al restaurante lo confirmé. En el corto paseo hasta nuestra mesa, la mitad de las otras mesas se la comieron con los ojos. Es verdad que tenía cuerpazo para mirarla, pero ella también iba muy de "ligar en la discoteca" con un vestido que era muy escotado, ajustado y provocador.
- Podías haberme avisado que era un sitio tan elegante -dijo al sentarnos.
- No lo pensé y tampoco importa mucho, de verdad que no es un sitio tan elegante -hice una pausa pensando si esta chica no habría ido a otros restaurantes más elegantes-. ¿Te hubieras vestido diferente?
- No -respondió-. Me gusta llamar la atención, jajá -rio finalmente.
E hielo estaba roto y empezamos una conversación sin mucho valor, sobre cosas normales que aún no nos habías contado por mensaje. No podía dejar de mirar aquel escote, su hendidura y su hinchada tez blanca eran una delicia a punto de explotar. Solo pensaba en sí hoy sería demasiado pronto para liberarlas.
- Que raro que no nos atiendan, no han traído ni la bebida, es raro -insistí.
- Mira -dijo Yulia con una pausa seria-, antes de que esta cita vaya a más tengo que decirte algo -yo la miraba atento-. Yo soy ...