Yulia - Relatos Eróticos

Yulia

... nuevo atragantándose lo más que podía y mis manos quisieron apresarse a liberar sus tetas. Conseguí liberar una y entonces se levantó y me miró con una teta fuera.

- Vámonos de aquí -dijo arreglando el vestido. Pensé que le habría molestado.

- ¿A dónde? -pregunté.

- A donde quieras que sea más íntimo -respondió.

- Ni siquiera hemos cenado -dije estúpidamente.

- ¿Prefieres quedarte y cenar? -me miró con cara asesina.

La verdad es que fue una idea estúpida decir eso de repente. Queríamos comer, pero el uno al otro. La cogí de la mano, la saqué de allí a toda prisa hasta el coche. Conduje hasta la playa que estaba muy cerca esperando que no hubiera mucho movimiento de gente. Efectivamente, nos alejamos hasta una cal de rocas más solitaria. Me puso contra las rocas, me abrió el pantalón y continuó lo que había empezado en el baño, pero con más euforia. Dirigió mis manos a su cabeza como indicando que la dirigiera y fue lo que hice.

Se dejaba llevar la cabeza y yo la llevaba cada vez con más fuerza. No se quejaba como otras chicas, parecía gustarle que le follara la boca y es me puso loco. Mi polla era un palo durísimo de nuevo cuando Yulia se levantó, se puso de espaldas a mí y empezó a rozar fuerte su culo. Yo fui directo a sus tetas de nuevo desde atrás. Metí la mano y le fui bajando el vestido mientras ella no paraba de rozar su culo en mi polla.

Estaba disfrutando de sus tetazas cuando se subió el vestido y se sacó su pequeño por el lateral del tanga ...

... tocándose ella. Ahora intentó dirigir una de mis manos hacia allí, pero instintivamente la aparté y volvió a su teta. No me sentía preparado para tocar una polla, pero no parecía molestarle. "Fóllame" dijo, y se separó de mi corriendo, siguiendo las rocas, hacia dentro del agua hasta llegarle a las rodillas.

Rápidamente la seguí quitándome el pantalón para no mojarlo. Ella se puso de espaldas apoyándose en las rocas y yo detrás apartando el tanga y salivando su ano con mis dedos para buscar entrar y no esperar más. Yulia lo deseaba y yo más. Con la poca experiencia anal que me habían dejado mis ex novias siempre resultaba complicado, pero en ella entré rápido y fácil. Su culo era mantequilla y mi cuchillo caliente la reventaba.

Sus gemidos y los chapoteos del agua se confundían. Estaba cada vez más abierta de piernas y se masturbaba a ella misma muy eufórica. Yo no iba a aguantar mucho cuando apenas pude ver su pequeño pene goteando blanco en el agua. Aquello me superó más de lo que imaginaba y solté chorros y chorros sin salir de ella. Los dos estábamos con la respiración muy agitada cuando yo descansé unos segundos sobre su espalda besándola. Mi polla empezó a escurrirse de dentro y ahora goteaba mucho su culo sobre el agua.

Se dio la vuelta. "Uf" suspiramos los dos dentro del agua aún. Arrastré su cuerpo pegando sus tetas contra mí, abrazándola y la besé. Yulia paró el beso como queriendo que no durara mucho. "No te enamores" dijo mordiendo mi labio. Volvimos a la ...