UNA NOCHE DE FIESTA CON MI HERMANA SEGUNDA PARTE
Fecha: 02/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: miriammimi, Fuente: RelatosEróticos
... forzado a quitárselas... Un par de veces estuve a punto de levantarme e ir a su habitación a preguntarle como se sentía y a disculparme, después me echaba atrás porque me daba vergüenza verla y hablar con ella después de lo que habíamos hecho. Entonces me decía que ya lo hablaríamos al día siguiente cuando hubiera pasado algo de tiempo, y más tarde me decía que era imposible que ni al día siguiente o nunca me atreviera a hablar con ella de lo que había pasado, que lo mejor era disimular y hacer ver que no había pasado nada, luego me decía que eso era un error y que no podríamos volver a tenernos la confianza que teníamos si no hablábamos claro de lo que había pasado...
Había momentos en que me decía que lo que había pasado había sido debido a lo bien que nos lo pasábamos juntos y al alcohol bebido, y que tenía que ser cosa de una sola vez, pero luego me decía que si lo habíamos hecho una vez ya y nos había gustado, por qué no repetirlo y disfrutar más veces? Por fin había conseguido ver la vagina de mi hermana, lo que de adolescente me habría gustado hacer, pero aunque me recreaba en el recuerdo de cuando la estaba mirando, me sentía más frustrado que alegre de haberlo conseguido. Porque la había visto, sí, pero un poco lejos y sin haberla tocado. Mi hermana me había tocado y chupado el pene, y lo había tenido frente a su rostro un buen rato. Habérsela visto estaba genial, pero me sabía a poco; quería tenerla delante de mi rostro, tocarla, abrir esos bonitos labios que ...
... tan cerrados estaban e introducir mi lengua dentro, saber si olía igual que el conocido aroma que desprende mi hermana, qué sabor tendría... Imaginé como podría pedírselo, decidí que la mejor manera era hacerlo tal como le había pedido que me la enseñara, diciéndole simplemente que ella me lo había hecho a mí. Imaginaba que aceptaría enseñármela de nuevo, ¿por qué no lo iba a hacer? Eso no quería decir que volviéramos a tener sexo, era tan solo poder verla más de cerca, y lamérsela un poco, pero si luego esto nos llevaba a querer tener sexo de nuevo, pues bienvenido sea. Después volvía a decirme que lo correcto, y lo mejor para nuestra relación, era no volver a hacerlo nunca más, así que mejor que no le pidiera nada y renunciara a volver a verla desnuda una vez más. Y así de confusa tenía la cabeza hasta que, cuando el sol ya hacía mucho que había salido, por fin me dormí.
Cuando me desperté ya casi era mediodía, pero aún así me quedé un buen rato en la cama, dando vueltas y volviendo a pensar en todo. Tras el sueño veía algunas cosas un poco distintas, pero seguía alternando entre recordar lo sucedido con excitación y fantasear con hacerlo de nuevo, con la preocupación y el remordimiento. Escuché a Miriam levantarse e ira la cocina, y sabía que lo mejor era levantarme también e ir a hablar con ella, pero me veía muy inseguro, incapaz por vergüenza de mirarla a la cara y hablar de lo que habíamos hecho, prefería esperar a ver si se iba y no verla en todo el día... Pero ...