UNA NOCHE DE FIESTA CON MI HERMANA SEGUNDA PARTE
Fecha: 02/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: miriammimi, Fuente: RelatosEróticos
... también tenía ganas de verla, y me excitaba ligeramente la idea de hablar con ella de lo sucedido. Me sentía culpable por si había hecho algo que ella no quería hacer, pero ahora tenía la mente más clara que antes de dormir y también recordaba que había sido ella la primera que se había lanzado. ¿Y si ella me preguntaba si lo quería hacer otra vez? ¿Me gustaría hacerlo? Estaba claro que sí, y también estaba claro que era preferible que no. Al final me decidí que lo mejor era dejar de dar vueltas al asunto y enfrentarme con lo que fuera que sucediera (y además, necesitaba ir al baño con urgencia). Así que me levanté de la cama, y previo paso por el baño (donde me demoré todo lo que pude), fui hasta la cocina.
Miriam estaba de espaldas a mí, preparándose el desayuno. Llevaba puesto un pijama corto que consistía en una camiseta de tirantes de color blanco y pantalones muy cortos de color rosa pálido. La había visto mil veces llevar ese pijama, muchas veces estando sentado en su cama o la mía charlando o jugando a algún juego, pero nunca había pensado que le quedaba tan sexy como lo pensaba en ese momento. Me fijé en la forma de su culito por debajo de la ropa del pijama, y la imagen que me vino a la memoria de ese mismo culito sin nada de ropa que lo tapara me asaltó la mente y me provocó una pequeña erección, que traté de hacer bajar. Antes de que se diera cuenta de mi presencia le dije "buenos días, Miriam" y entonces se giró hacia mí. Me sonrió al verme, lo que me ...
... pareció una gran noticia y me alivió bastante, así que le devolví la sonrisa y nos quedamos un rato mirándonos y sonriéndonos, pero sin atrevernos a decir nada.
- ¿Como estás? - le pregunté.
- Bien... ¿y tú? - me contestó.
Fue una respuesta muy escueta, con voz tímida, mirando hacia abajo, sin atreverse a fijar la mirada en mis ojos, pero mantuvo una sonrisa todo el rato y eso me animó muchísimo. Después de hacerle la pregunta me había quedado aguantando la respiración, aterrorizado por si se echaba a llorar de pena y culpa por lo que habíamos hecho, o me insultaba por haberla tocado y penetrado, o me decía que no quería verme ni hablar conmigo porque se arrepentía enormemente de lo que habíamos hecho. Pero ese sencillo "bien" y su sonrisa hicieron que mi corazón botara de alegría. Era evidente por su cara que se sentía tan confundida como estaba yo, pero no parecía estar tremendamente arrepentida, ni me odiaba.
- Bien - contesté, y nos habríamos podido quedar un buen rato mirándonos callados, así que tuve que decidirme y seguir hablando, y preguntarle lo que tanto había rondado por mi cabeza cuando daba vueltas en la cama
- ¿Cómo te sientes? Por lo que hicimos... - me costó pero añadí esto último para dejar de dar vueltas al asunto, y hablarlo claro.
- Bien... No sé, es raro, no tendríamos que haberlo hecho, pero no sé... Pero estuvo bien, no pasa nada... ¿A ti te gustó?
En realidad Miriam se enredó un poco más hablando de lo que he puesto por escrito, pero ...