UNA NOCHE DE FIESTA CON MI HERMANA SEGUNDA PARTE
Fecha: 02/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: miriammimi, Fuente: RelatosEróticos
... veía una. La encontré preciosa, los labios eran pequeños y bien formados, completamente cerrados, tal y como más me gustan a mí (no me gusta demasiado cuando los labios interiores sobresalen de los exteriores, manías mías). La piel se veía suave (tal y como ya había comprobado antes), sin un solo pelo, y tan solo en la parte superior, sobre el monte de Venus, tenía una pequeña zona bien cuidada con un poco vello negro muy corto. No sé durante cuánto tiempo la pude estar mirando, se me hizo largo y corto a la vez, y entonces mi hermana, aún sujetando la falda en alto, se giró como una bailarina y me enseñó su culo. Mientras escribo este texto he caído en que, en realidad, ella no ha visto el mío, así que no tenía por qué enseñármelo, pero creo que debió girarse por la incomodidad que sentía al estar yo mirándola embobado sin siquiera pestañear... No tenía tanta ansia por ver su culito como la tenía por verle la vagina, ni tenía tanta curiosidad porque ya tenía una idea bastante buena de como era tras haberla visto tantos años llevando bikini (aunque nunca la había mirado de la manera con que la miraba ahora), pero tras haberle tocado y acariciado el culo durante tanto rato, me gustó mucho poder vérselo ahora completamente desnudo.
No puedo decir que era un culazo, ya que como he descrito mi hermana es una chica más bien delgada y con pocas caderas, pero sí tenía las suficientes curvas en la cadera para resultar atractiva, y el culito a pesar de ser pequeño era redondo y ...
... respingón y lo encontré muy bonito al verlo al natural, y me alegré de que me lo hubiera enseñado después de haberlo podido tocar tanto rato. Al cabo de unos segundos Miriam volvió a darse la vuelta y a quedarse de nuevo frente a mí. Volví a contemplar su bonita vagina pero solo durante unos pocos segundos, puesto que al poco Miriam se bajó la falda y cuando acabó de colocársela correctamente me miró a los ojos, me sonrió de oreja a oreja soltando una risita que pareció nerviosa o tímida, me guiñó un ojo y se dio nuevamente la
vuelta. Se agachó para recoger sus braguitas del suelo, y con ellas en la mano y sin mirarme dijo que se iba a lavar bien y se fue del comedor.
Yo me quedé sentado en el sofá aún un rato, con la cabeza hecha un lío intentando asumir lo que acababa de pasar. Finalmente, sin saber aún qué pensar de todo me levanté, recogí vasos y botellas y el trapo con el que mi propia hermana se había limpiado mi semen de su mano y fui a la cocina. Lo dejé todo allí, eché el trapo a lavar, bebí un poco de agua y justo cuando me dirigía a mi habitación, mi hermana salió del baño y nos encontramos en el pasillo estrecho. Nos miramos y nos sonreímos, pero ninguno de los dos se atrevió a decir nada. Lo cierto es que con el sueño que tenía y los restos del alcohol en mi cuerpo, lo que habíamos hecho se veía irreal, como si hubiese sido un sueño, aunque vi que mi hermana aún sujetaba sus braguitas negras en la mano y me dije que no, que todo había sucedido de verdad... Nos ...