Amor familiar (capitulo 1)
Fecha: 02/10/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Incesto
Autor: cleversex, Fuente: SexoSinTabues30
... decía mama.
—Yo creo que te gustaría que te hiciera algo, —dije mirándola mientras suavemente la acariciaba el muslo. Marina arqueo la espalda un poco mientras afirmaba con la cabeza—. Pero hay un problema: eres menor.
—Para mi no es un problema.
—No te enfades conmigo, pero todavía eres muy pequeña y puedes cambiar de opinión.
—En dos meses cumplo quince y no voy a cambiar de opinión.
—Pues te propongo que esperemos esos dos meses. En ese tiempo quiero que medites sobre todo esto y entonces hablamos.
Sabía perfectamente que mi hermana nunca había tenido ningún tipo de relación sexual. Podría darse el caso de que cuándo tuviera su primera experiencia sexual cambiara de opinión y me quedara sin un chollo que me interesaba mucho mantener. Por eso quería estar trabajándola estos meses para que cuándo llegara el momento pudiera hacer con ella todo lo que quisiera, y en eso me iba a ayudar YouTube: me había convertido en un seguidor incansable de videos de sicología.
Antes de seguir quiero hacer una aclaración, porque seguro que más de uno se preguntara si no tengo ningún reparo en follarme a mi hermana y la respuesta es bien sencilla: no. También quiero aclarar que lo que siento por ella no es solo una simple atracción sexual. No, la adoro desde que era pequeñita y jugaba con ella. Unas veces con sus muñecas y otras veces con mis figuras del Capitán America o Spiderman.
—Y ¿cuándo tengas quince años que quieres que te haga? —Marina me miró mientras mi ...
... mano empezó a acariciar la cara interior de su muslo, pero sin acercarme a su vagina.
—Lo que tú quieras.
—Eso no es muy concreto, porque yo puedo querer muchas cosas y muy raras. Por ejemplo, puedo querer meterte la polla en la boca, —dije mientras subía la mano y con los dedos acariciaba sus labios.
—Eso no es raro Jaimete, —desde pequeñita me llamaba así.
—Si, si a quien se lo hago es mi hermana: habría gente que no lo entendería.
—Que les den.
—De todas maneras no veo mejor muestra de amor hacia ti que follarte, —Marina asintió—. ¿Te gustaría por ejemplo, que te atara con una cuerda?
Mi hermana me miró fijamente y finalmente afirmó con la cabeza y dijo—: ¿y que no me pueda mover?
—Por supuesto.
—¿Y me vas a pegar? —preguntó. Yo sabía la respuesta porque lo había leído en su diario, dónde relataba fantasías eróticas sadomasoquistas, algunas tan fuertes que incluso dudaba que yo fuera capaz de hacérselo a la persona que sin duda es la que más quiero en la vida.
—Por supuesto, —dije levantando la mano derecha y dándola un azote en el trasero. Marina me miró fijamente y después cerró los ojos abandonándose al placer del momento—. Pero eso será dentro de un par de meses.
—¡Jo Jaimete! —se quejó mientras la obligaba a levantarse.
—Mientras tanto, cuándo estemos solos siempre estarás desnuda, esos pelos que tienes en el chocho tienen que desaparecer y los pies al aire: me encantan tus pies.
Los dos meses siguientes fueron muy duros, pero no ...