Alimentando a Gina
Fecha: 04/10/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: andrea, Fuente: TodoRelatos
Alimentando a Gina
Por: Georgina Machorro Virago
Como de costumbre, en estos días lluviosos, me da por recordar mis momentos de dicha y placer que, aun sin faltarme en estos momentos, llegaron a ser dignos de rememorar a ya tantos años.
Estaba reacomodando la ropa que suelo usar para salir y entre la que aun guardo alguna de la que llegué a ponerme cuando en el burdel en que trabajaba, se requería de mis servicios como ama dominante. Esta consiste en lo clásico: un ajustado corsé de piel negra, botas de altísimo tacón y tubo muy largo, hasta la parte superior de los muslos; muñequeras y collar también de piel claveteados con púas y lo infaltable: un látigo de correas de cuero de cerdo crudo.
Al ver estos vestigios de mi turbulento pasado, no pude evitar recordar mi encuentro con quien me marcaría para siempre con un sello indeleble de perversión; mi perversión.
Llevaba trabajando en ese burdel "mixto" ya más de tres años y por mi experiencia de puta libre, ya contaría con más de ocho años ejerciendo como prostituta travestí, así que se podría decir que había visto de todo. O eso creía yo, hasta esa noche, en que por cierto traía puesta esa indumentaria.
Eran alrededor de las 11 de la noche de ese miércoles de medio mes y la verdad, estaba ya a punto de irme a la cama (sola), pues no había ningún movimiento. Algunas putas jugaban a las cartas y lo putos como casi siempre, estaban cachondeándose en un salón privado.
En eso llamaron a la puerta y como yo ...
... estaba de pié, fui a abrir pues el portero estaba con los putos de seguro mamándoles la verga a todos. Al asomarme por el visillo vi a tres hombres jóvenes y de buen ver entre los que estaba un cliente mío que conocí cuando era puta callejera. Resaltaba así mismo, un moreno alto y guapo que noté que me miraba de una manera muy especial.
Al verme se le iluminó la cara y casi gritando de gusto dijo:
- ¡Gina!, que gusto encontrarte. Temía que no estuvieras o que estuvieras ocupada. Anda, abre pues te traigo un cliente que te va a encantar.
De inmediato les permití entrar y abracé a Daniel, que así se llama mi antiguo conocido y con quien había pasado ratos verdaderamente placenteros.
- Y dime Gina, ¿sigues igual de puta que antes?
- Para nada Daniel, ahora soy aun más puta, jajajaja.
- Lo dudo Gina, cuando te conocí eras la más depravada puta que había conocido, o mejor debería decir el puto más degenerado que me había tocado cogerme.
- Pues cuando gustes te lo demuestro Daniel, si quieres ahorita, ahorita lo hacemos; le dije.
- La verdad Gina, traigo ahorita a unos amigos y uno de ellos esta deseoso de conocerte, pues le he platicado mucho de ti y tus cualidades.
- ¿Y que cualidades, según tu poseo que has ponderado a tu amigo?
- Mmm, pues sería mejor que lo conocieras y él te explicará que es lo que desea de ti.
Esta conversación me intrigó y traté de imaginar que era lo que el amigo de Daniel buscaba, así que los hice pasar de inmediato a mi ...