1. Alimentando a Gina


    Fecha: 04/10/2024, Categorías: Transexuales Autor: andrea, Fuente: TodoRelatos

    ... cuarto, pues Daniel me dijo que se iba a necesitar su participación. Esta situación se me hizo más intrigante, pues aunque estoy acostumbrada a participar en actos tumultuarios de sexo, el hecho de que Daniel hubiera traído a un amigo específicamente para estar conmigo y además los dos, no solamente me intrigaba, sino que ya estaba preocupándome.
    
    Me sorprendió agradablemente que el amigo que había traído Daniel para conocerme, fuera el moreno que estaba como para comérselo, pues tenía unos hermosos ojos verdes y una estatura sino desmesurada, más alto que Daniel y su otro acompañante.
    
    Ya una vez instalados el cuarto, Daniel hizo las presentaciones diciéndome que su amigo se llamaba Salvador y que era cubano, y que no le dijera Chava pues le molestaba ese diminutivo, si acaso aceptaba era que le dijeran "Sal".
    
    Pues el tal "Sal" era un verdadero ejemplar masculino, pues no solo destacaba su estatura, pues su musculatura era prácticamente perfecta y su "paquete"..., era algo en verdad impresionante. Aun con el pantalón no demasiado ajustado destacaba sobremanera el tamaño de su verga, pues resaltaba bastante y era notoriamente gruesa y larga. Por experiencia propia sabía que esas vergas aunque grandes, no aumentaban mucho de tamaño, pues por el grosor los músculos no podían almacenar mucha sangre cuando hay erección, acaso el diámetro aumentaba un poco, pero nada del otro mundo.
    
    Así que no me preocupaba en lo absoluto que esa verga me fuera a penetrar, pues sabía ...
    ... que mis músculos eran capaces de distenderse en grado sumo, como lo demostré una vez que me cogió un caballo.
    
    En fin, que de cualquier manera ya sentía deseos de probar ese hombre, de probar y sentir esa verga que prometía un buen rato.
    
    Me acerqué a Sal a desnudarlo mientras Daniel me preparaba y me daba ciertas instrucciones.
    
    - Mira Gina, a Sal le gusta tomar la dirección de la cogida, no trates de guiarlo en ningún momento y todo marchará bien. Que bueno que traes puesta tu ropa de dominadora pues a él le gusta doblegar a las amas para demostrarles que él es el hombre.
    
    - Y otra cosa, aunque yo sé que te han cogido hasta caballos, Sal tiene una característica diferente a todo lo que hayas visto con anterioridad, y no me está permitido comentártelo. ¡Ah! Y otra cosa, habla muy poco, si acaso para dar instrucciones cuando no entiendes sus señas, así que no te extrañe que no diga una palabra.
    
    Esto se ponía cada vez más interesante, y conforme iba despojando a Sal de su ropa, su físico me impresionaba más y más.
    
    Su tórax era en verdad impresionante y sus brazos parecían hechos del más duro acero. Su abdomen se marcaba perfectamente y parecía de piedra. No pude evitar besar sus tetillas y su ombligo en lo que descendía a desabrochar su cinturón y bajar sus pantalones.
    
    Al bajar sus pantalones estos se atoraron un poco en el preponderante bulto que formaba su verga y sus huevos, así que sin querer lo lastimé un poco y en represalia Sal me dio una bofetada, más ...
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