Una semana con mi sobrino en Buenos Aires - Relatos Eróticos

Una semana con mi sobrino en Buenos Aires

... y eso le volvía más loco.

-tia me encanta como lo haces. no aguanto más. Tengo muchas ganas de darte mí lechita.

-si bebé. Dame toda tu lechita no voy a dejar que se derrame nada.

Mmmm cuando le digo eso me agarra bien fuerte la cabeza hace un gemido muy fuerte y siento mí boca llena de su lechita. Lo dejo un ratito en mí boca y después me trago todo.

-que rica la lechita de mí sobrino. Ahora la tía va a querer siempre esa lechita.

– Me encantó tía, quiero que te quedes así, abrí más las piernas que quiero comerte la conchita y ese culito. Quiero que ahora vos me des toda tu lechita.

-si amor. Me encanta como me chupas y me tocas. Me vas a hacer venir.

– si tía, quiero que me acabes en la boca. Te voy a limpiar toda la conchita.

Y así lo hizo. Me hizo venir en su carita. Mientras con su lengua frotaba mí clítoris me metía el dedo en la conchita y jugaba con mí culito.

Se quedó una semana y la verdad que no paramos de coger. Me vino súper bien porque llevaba meses sin coger y que mejor que coger con alguien de 17 añitos que está siempre caliente.

La última noche quería que sea especial. Siempre Tomi se cuidó pero yo quería que me dé toda la lechita mientras me cogía. Yo tomaba anticonceptivos porque tenía unos problemas hormonales así que peligro de quedar embarazada no había. Yo estaba sana y Tomi solo cogió con esa noviecita.

Llega la noche preparo algo rico de comer y estábamos charlando, le pregunto si con la novia el se cuidaba y me dijo ...

... que si. Que la novia tenía mucho miedo de quedar embarazada y siempre el uso condón.

-y te gustaría sentir esa sensación. De sentir toda mí conchita bien mojadita.

-uufff tía, no me digas así que me vuelvo loco. Es lo que deseo. Cogerte sin condón y llenarte la conchita de leche.

Ahí sin decirle nada, le agarró la pija y comienzo a pajearle. Me lo meto hasta el fondo y le escupo la cabeza.

Me saco la tanga y me empieza a tocar a la conchita.

-ay tía, cómo te pones.

-es que me encanta chuparte la pija, y sentir tus dedos pfff me haces mojar más. Querés meterme la pija en la conchita y llenarme de lechita.

-uy tía, si. No corremos peligro?

-no amor. Tomo pastillas así que podes llenarme de lechita.

Así sentado en la silla, agarró su pija y juego con mí conchita y me voy metiéndola despacito. Hasta que la meto hasta el fondo. Me acomodo bien arriba de él y pongo una teta en su boca. Quería darle la teta mientras lo cabalgaba.

-ay tía que lindo se siente tu conchita. Tu culo es enorme. Me encanta y tus tetas pfff puedo quedarme horas chupándo.

-y a mí me encanta lo pervertido que te volví y las ganas que tenés de cogerme siempre. A parte de que te estás volviendo un hermoso hombre con esa boca y labios que a cualquiera la harias acabar y esa pija hermosa, dura, gorda y llena de lechita para la tía que quiere que le des todo adentro de su conchita.

-si tía, toma toda mí leche. Mmm ooohh mmmm uyy no aguante más. Te llene de leche tía

-mmm si. ...