Macarra capítulo 6
Fecha: 10/10/2024,
Categorías:
Gays
Autor: xapel, Fuente: TodoRelatos
... copias en su escritorio. Sebastián guardó los originales en su carpeta y metió esta en la mochila. Sebastián se levantó y siguió al secretario, saliendo ambos por la puerta, al pasillo principal.
-Vamos, tengo que hacerte un par de preguntas y ver cómo te adaptas al campus.
Le dijo mientras avanzaba. El secretario apoyó su mano sobre la cadera de Sebastián, como en un gesto casual. Este no hizo ademán de que lo molestara, a lo que el secretario esbozó una leve sonrisa. Continuaron, por el pasillo principal, hacia las escaleras, y subieron hasta el primer piso, en dirección al despacho del Decano. Durante todo el trayecto el secretario le fue contando la historia de la universidad, su origen allá por el siglo dieciocho, las ilustres personas que habían pasado por allí y otros detalles. A Sebastián le pareció extraño que un dato que en ningún momento le dió el secretario fue su nombre, aunque con los temas de protección de datos a veces se daban situaciones pintorescas.
Llegaron a las puertas del despacho del Decano, unas puertas de madera de roble con grabados de escenas de El Jardín de las Delicias de El Bosco. Del interior de este pareció escucharse un ruido extraño, como un jadeo. El secretario golpeó siete veces a la puerta, con un intervalo curiosamente muy regular. Una voz masculina, grave y serena, habló desde el otro lado.
-Un segundo, por favor. Main ek stoodent ke saath seks kar raha hoon.
El secretario miró a los ojos a Sebastián.
-El señor ...
... Decano está terminando de orar, es hindú y su hora del mantra es importante. Un momento.
Sebastián asintió. Al otro lado de la parte dió la impresión de escucharse los pasos de dos personas, y al fin la misma voz grave y serena volvió a hablar desde el otro lado de la puerta.
Era un despacho con las paredes cubiertas por estanterías, llenas de cientos de libros, y una gran mesa de madera de ébano, con grabados hindúes. El suelo estaba cubierto por una mullida alfombra persa de lana. Tras la mesa estaba el Decano, un hombre que aparentaba unos cuarenta años de edad, de tez morena, melena castaña y ojos café de forma almendrada. Iba vestido con una americana color tostado, una camisa blanca y corbata con runas.
-Hola, Señor Decano, perdón por presentarnos sin avisar en su despacho, venía a que pudiera conocer a Sebastián Albiar, es el nuevo alumno que se va a incorporar a mitad de semestre, tiene muy buenas calificaciones y se vé bien prometedor.
El secretario le pasó unos informes al Decano, el cual los leyó con atención, se sonrió, llevó una de sus manos bajo el escritorio, como si buscara algo a tientas, y le tendió esta mano a Sebastián. El muchacho le estrechó la mano al tiempo que le decía, entusiasmado.
-Señor, es un honor y un privilegio me den la oportunidad de estudiar en su institución.
-El honor es nuestro, joven, pero tenga en cuenta que aquí los estudios se hacen bien a fondo, y que a veces hay que tragar con cosas que uno no querría para ...