Chantaje a mi puta perra (XIX) - Relatos Eróticos

Chantaje a mi puta perra (XIX)

... con pantys negros, sin bragas como era su costumbre, un sujetador de encaje negro que apenas podían contener sus tetas y como siempre unos preciosos zapatos de tacón altísimo y fino, negros, preciosos.

-Jara. -Y tú a que esperas niñata, ya estás de rodillas comiéndome el coño.

Lo estaba esperando, sonrió y dejándose caer de rodillas, se acercó a cuatro patas a Jara que se acababa de sentar y apartándole las bragas, empezó a lamer y comer con ganas un coño que ya estaba chorreante.

-Ayer no pude gorda, pero hoy te voy a desvirgar, pero antes voy a lubricar mi polla con el culo de esta otra gorda.

Y sin avisarle se la metí de golpe en un culo, ya lubricado, porque la guarra estaba empapada.

-Juani. -Aggg, gracias amo, uf, como me gusta que le folle usted a esta guarra este culo, uf, no paro de correrme uf, gracias.

Me incline sobre ella y sacándole las tetazas del sujetador, le pellizque con ganas los enormes pezones que tenía.

-Jara. -Ag, me corro uf, que lengua tiene amo, ag.

-Uf que tetas tienes gorda, uf como voy a disfrutar de ellas en mis visitas a Madrid. Ahora te toca a ti, devuélvele el favor.

Dicho y hecho, se dejó caer al suelo sobre Lucía y no le dio tiempo a más, porque Lucía de forma brusca la cogió del pelo y le metió la cabeza entre sus piernas.

-Lucía. -Ag, gracias amo, uf, como me gustan las maduras, ag.

Mi excitación iba en aumento, por lo que sin avisar me salí de Juani, que se dejó caer en la butaca, y de golpe se la metí ...

... a Carmen, que me costó y eso que la tenía lubricada de los jugos de Juani.

-Carmen. -Ag, (se tuvo que oír el grito fuera de la tienda), es suyo, soy suya, rómpalo, haga lo que desee, gracias amo.

No pudo hablar más pues se corrió de tal forma que hasta perdió el conocimiento, cayendo al suelo, no me gusto pero lo entendí, por lo que la dejé y cogiendo del pelo a una sonriente Juani, se la metí en la boca, no tardándome en correrme con abundancia en su boca, una boca que no dejo escapar ni una gota, pero lo que más me sorprendió…

-Juani. -Mee a esta gorda por favor amo.

Y asi lo hice, apuntando a su cara y sus tetas me meé. Cuando terminé me senté, comprobando como Carmen se iba recuperando y Jara estaba abrazada a Lucía, dándole besos de cariño, dándome a entender que Lucía no iba a tardar en dominarla a ella.

Vosotras dos gordas, vestiros, pero no se os ocurra limpiaros.

-Juani. -Uf, gracias amo, no pensaba hacerlo, ahora he quedado con mi marido, él se va.

-Pues cuando te quedes sola te vuelves a la tienda, Jara y Mimi, van a cambiar lo de los pantys y tu falta de bragas.

-Carmen. -Lo siento amo, no sé qué me ha pasado, entiendo que tendrá que castigarme.

-No, por ahora no, todo a su momento, ahora iros.

No sin trabajo, Jara se levantó y las acompaño hasta la puerta.

-He querido quedarme a solas con vosotras dos, en principio tenía pensado otra cosa, pero creo que algo va a cambiar, pero antes quiero que sepas que ayer me impresiono como ...