La cantante parte 5 - Relatos Eróticos

La cantante parte 5

... orgullosa, mostrándome las tetazas y frunciendo esa boquita de mamapollas

_Bien, si tú dices que ya fue, así será_ le digo

Bueno no quiero aburrirte con lo que hablamos, fue todo en ese plan, yo pinchándola y ella en plan muy digna, diciéndome todo el tiempo que no piensa follar y que sí, que yo tenía una buena polla y que le había gustado pero que no, que acaba la cena y se va a dormir.

Pero Javi algo dentro de mí, me decía que esta zorrita quería repetir.

Pago la cena, nos vamos, me ofrezco llevarla en taxi hasta su casa, que no, que no, pero te digo una cosa.

A esta le gusta el dinero más que a ti y a mí, juntos, no puede resistirse.

Llevaba unas botinas con tocones que otra vez me sacaba dos cabezas de altura y Uff como me ponía el ruido de esos taconazos en la acera.

Cogemos un taxi y allí sin decir agua va, una vez que estamos bien sentaditos le cojo la manita.

Y ella no se suelta, mira por el cristal hacia fuera, pero deja que yo la tenga de la manita.

Dejo que se acostumbre un poquillo, se gira para mirarme

_Podés soltarme la mano_ dice

_Oye Roxana te doy trescientos euros, vamos a tu casa te lo pasas bien ¿Quién se entera?_ le digo

_Trescientos euros_ dice sonriendo irónica

_Vale, mil euracos fue la primera vez, ya soy cliente puede decirse_

_Que pelotudo sos_ me dice sin mirarme, pero yo apretándole la manito y ella apretaba mi mano también

_Cuatrocientos euros y está hecho_ le digo

Ella no dice nada, supongo que ...

... el taxista alucinaba con el dialogo

La acaricio la manito con el pulgar, ella también ¿Puedes creerlo? Mueve su pulgar sobre mi mano.

_Venga toma_ digo y cojo cuatrocientos euros, así enrollados en un canuto, que ya tenía preparados, del bolsillo del blazer y ¿sabes que hago tío? Se los pongo entre los tetones, en medio de los tetones en el canalito.

_ ¿Qué hacés boludo?_ dice

Y ya que tengo la mano ahí la meto allí por entre la blusita esa y le sobo bien las tetas, que pasada colega.

_No….no…_ dice ella pero se deja, le sobo bien las tetazas, cojo toda esa ubre con una mano y se la estrujo bien, una teta y la otra y siempre cogida de la manita.

Entonces me acerco un poco más y la beso, una buena comida de morros. Y ella responde claro, nos comenzamos a morrear y ella con su mano derecha me soba la polla sobre el pantalón.

Se había encendido la zorrita.

_Hoy es la última vez_ me dice en un momento

_Claro, la despedida_ digo

Le sobo el coño por sobre el pantalón vaquero, como estaba eso de caliente, desprendía calor a través de la tela

El canuto de los cuatrocientos se había caído sobre el asiento, ella lo recoge y lo mete en el bolso.

Joder ya era una putita, dijera lo que dijera, ya era mi putita.

Bajamos, no esperaba follármela en su casa, quería llevarla al hotel, pero mira, más morbo todavía.

El piso bien hippie, cutre, esos adornillos baratos, una foto con el novio que tenía, sigue enganchada todavía yo creo, dolida con él, me ...