Tiempos compartidos T04E05 “Después del huracán” - Relatos Eróticos

Tiempos compartidos T04E05 “Después del huracán”

... tarde y no habían traído nada. !Muy bien! –Matías, tu puedes conducir el coche y la llevas al centro a buscar algo mientras yo aprovecho esta hora que es la mejor para la natación marítima ¿vale? –Sí, por supuesto Nolo; además voy a probar esa máquina hermosa que tienes. Al mismo momento que lo decía, y luego de aquello que acababa de suceder con Patricia, las palabras parecían haber sonado muy mal. Nolo levantó las cejas y dió media vuelta. ¿Se habrá enojado? –le preguntó a Patricia. ¡No! ¿Por qué habría de enojarse? respondió ella entre risas.

Nos vamos a comprar algo para comer y unas bebidas Lita –le dijo Oso a su esposa. Ella respondió semi dormida: Ok, ok. Está bien. Yo me quedo acá cuidando todo. Volvió a cerrar los ojos y ellos salieron caminando a través del médano. Se subieron al auto y Matías se concentró en el manejo. Era una máquina preciosa, pensó. Perfecta. Una máquina hermosa.

Nolo esperó perder de vista a su esposa y amigo. Se había alejado lo suficiente como para ver cómo atravesaban el médano. Entonces volvió nadando a la orilla y salió del agua. La pija le latía fuertemente y la prenda ajustada lo excitaba aún más. Caminó hasta donde estaba Lita y la miró. Yacía boca abajo, indefensa. La tanguita se le metía en lo profundo del culo. Desde esa perspectiva, él podía observar el agujero, de piel un poco más oscura, que el hilo blanco no cubría en su totalidad. Las piernas de Dolores estaban algo separadas. Nolo se puso en cuclillas para observar la ...

... vulva que se marcaba en la entrepierna. Era todo un espectáculo. Manuel tomó su móvil y comenzó a filmar a su amiga. le acercaba la cámara al culo y la tomaba en diferentes ángulos. La curiosidad pudo más que él, y en un momento de calentura extrema, intentó correrle las tiras de la bikini para descubrir el agujero del culo. Lita no reaccionó, así que Nolo prosiguió capturando unas fotos muy calientes. Volvió a colocarlas en la zanja de la cola sin que ella se percatara de nada. Pero nuevamente, el instinto le jugó una mala pasada y quiso rozar esas nalgas con sus propias manos. Fue despacio, subiendo y bajando y dando vueltas a los cachetes del culo. Acercó su boca y respiró sobre su piel. Lita se movió un poco y él se quedó petrificado. Ella hizo una especie de ronroneo y dijo algo que él no entendió bien. Entonces Dolores llevó sus manos por detrás de la espalda a sus nalgas y se las abrió, mientras arqueaba la espalda. No había que ser ingeniero para darse cuenta que ella se estaba entregando. Así pues, Manuel metió su pulgar en su boca y lo humedeció bien. Luego le empezó a hacer un masaje en el ano y ella comenzó a gemir. Empujó un poco y volvió a lubricar el dedo, pero esta vez se lo pasó por la cabeza de su verga, cargándolo de líquido preseminal. Ahora el pulgar entró sin dificultad hasta el final y Lita lanzó un gemido fuerte: AHHHH!!! Síiiiiii, Así!!!!!!!!!!! Continúa por favor!!!!!! Sí….!!!!!!!!!! AHHHHHH!!!! Nolo se puso de cuclillas arriba de Lita y le apuntó al ...