1. Pierdo la virginidad del culo con mi hijo (madre e hijo)


    Fecha: 25/10/2024, Categorías: Incesto Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos

    ... al baño.
    
    Así lo hice, y su gran cabeza progreso hasta el prepucio, miles de estrellas pasaron por mis ojos acompañando el pequeño dolor que sentí subir desde el perineo hasta el abdomen.
    
    - Hayyyy duele hijo querido.
    
    - Si mama lo sé, pero ya está dentro.
    
    Se recostó sobre mi espalda hasta que me pasara el dolor. Cuando se lo hice saber, se incorporó y goteando aceite sobre el miembro, con suaves movimientos de adelante hacia atrás fue progresando hasta que sus testículos chocaron con mi vagina. ¡¡¡Ya estaba adentro!!! Había perdido la virginidad de mi culo, esa que deseaba entregar a mi marido y nunca lo intento.
    
    Me estaba volviendo loca del placer, esos besos en mi espalda, los testículos golpeando a la puerta de mi vagina, sus movimientos suaves y delicados al deslizar su verga dentro de mi recto, sentir su cuerpo junto al mío, saber que carne de mi carne estaba cumpliendo el capricho de su madre me transportaba a otro plano, donde el dolor que sentí se transformó en un placer inigualable.
    
    A esta altura su pene entraba y salía ya con facilidad, su roce cada vez estimulaba más las terminaciones nerviosas del esfínter produciendo una sensación espectacular, su mano nuevamente comenzó a jugar en mi vagina, estimulando el clítoris de una manera tan hábil que el orgasmo no tardó en llegar.
    
    - Si hijo querido, así cuanto placer me estás dando, cuantas cosa me he perdido durante mi vida.
    
    - Me pone feliz, disfruta mama, sabes muy bien que cada vez que me ...
    ... necesites acá me vas a encontrar, siempre dispuesto para vos.
    
    No sé qué me pasaba, me estaba convirtiendo en una perra que deseaba más y más, siento explotar a mi hijo dentro de mi recto llenado mis entrañas de su líquido caliente.
    
    Una vez que le exprimí al máximo sus jugos, fue sacando lentamente esa hermosura de pene hasta que ya no lo sentí más dentro de mí.
    
    Se paró diciendo, más bien ordenando.
    
    - Esperame acá, me voy a lavar y quiero ocuparme de esa concha deseosa de verga.
    
    Regreso muy rápidamente con su “estaca” aun dura, no me lo podía creer, se incorporó sobre mi cuerpo descargando su peso en él, busco la entrada vaginal introduciendo, como anteriormente, toda la extensión con una suavidad impresionante, estuvimos haciendo el amor por largo rato, mis orgasmos eran uno tras otro, perdí la cuenta de cuantos tuve, por primera vez en mi vida tuve el sexo que toda mujer debería tener, mucho, suave, delicioso, cargado de amor y con una persona que realmente sabía dónde y cómo tocar y en qué momento meter y sacar para elevar la libido a las puertas del cielo.
    
    Ya repuestos y correctamente vestidos nos sentamos en el comedor tomar algo y dialogar, donde arreglamos que lo nuestro seria el gran secreto.
    
    Aun hoy seguimos con nuestros encuentros, cada vez que nos deseamos, nos encontramos en un hotel alejado de nuestra localidad para darnos nuestro amor. He descubierto cosas del sexo que apenas sabía que existían, le doy las gracias a mi hijo por no dejarme partir de ...