Isabel, te follaba una y otra vez 3/9
Fecha: 06/11/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: gungnir, Fuente: RelatosEróticos
... recepcionista pelirroja, la misma que había cogido el teléfono y quien Carlos quería que fuese. Había tenido suerte. Aunque todo parecía apuntar a que iba a ser ella y nadie más, pues nadie más parecía estar disponible, extrañamente. La pelirroja venía empujando un carrito con una hielera, un par de vasos de cristal de buena factura y ambas bebidas solicitadas, ron y refresco. Parecía un poco insegura cuando se detuvo frente a la habitación, echaba miradas rápidas a la puerta y volvía a fijar la mirada en el carrito que había venido empujando. Tal vez estuviese escuchando los sonoros sonidos de disfrute que venían del otro lado de la puerta. La chica se cuadró, levantó lo hombros y dio un paso hacia la puerta para llamar a ella pero detuvo la mano antes de golpear. Hizo dos intentos más de llamar a la puerta pero volvía a no atreverse, estaba claro que oía los sonidos, se le veía en la cara. Su cara era de nerviosismo y de no saber cómo proceder, no estaba preparada para eso. Al fin consiguió aunar el suficiente valor para llamar a la puerta, débil al principio, al no recibir respuesta del interior y seguir los sonidos de mamada y gemidos igual, repitió el golpeo a la puerta con más fuerza y con decisión.
Isabel detuvo en seguida su mamada y miró hacia arriba con expresión de miedo, como si les hubiesen pillado, cosa que no había ocurrido, aún. La mano que usaba para masturbarse también se detuvo y sin sacarse la polla de la boca preguntaba a Carlos qué debían hacer ...
... ahora. Él le quitó el caramelito de la boca y se lo guardó en los pantalones, que abrochó sin más. Le hizo un gesto con la mano a ella para que se levantara. Cogió las solapas de la bata, las cerró y anudó la cinta sobre la cintura. No cerró la bata completamente sino que la dejó a medio cerrar para que quedase abierta hasta casi el ombligo. No se veía el pecho al descubierto, pero sí que se veía el nacimiento de estos, que resaltaban mucho más debido al brillo que aportaba toda la saliva que recubría su piel. Carlos la agarró por los hombros, la giró y la colocó frente al pomo de la puerta, ella le echó una mirada de pánico y él llevó su mano derecha al culo de ella y colocó dos dedos sobre el consolador que sobresalía de su coño mientras le susurraba al oído.
-Abre la puerta.
Isabel dudó de si hacerlo o no, llevó una temblorosa mano hacia el pomo y lo agarró sin fuerza. Volvió a mirar a Carlos y la impasibilidad de su cara no le dio escapatoria, tenía que hacer lo que le había dicho. Con poca o ninguna seguridad giró el pomo lentamente y abrió la puerta igual de lento.
Cuando la puerta se abrió, la recepcionista pelirroja se quedó cortada, se la veía claramente incómoda por la situación. Era evidente que había interrumpido el sexo de aquellos dos clientes que se encontraban frente a ella, tapando su desnudez con apenas un par de prendas. Ella llevaba una bata entreabierta que no dejaba mucho lugar a la imaginación y él llevaba sólo un pantalón vaquero. Los dos estaba ...