Sentí un momento de debilidad al verme desnudo y rodeado por esos tres peones.
Fecha: 07/11/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
Sentí un momento de debilidad al verme desnudo y rodeado por esos tres peones.
Eso es lo que pienso que me sucedió, recientemente pasé por una situación sumamente vergonzosa y embarazosa.
A la que la única respuesta que tengo es esa, que pase por un momento de debilidad.
Hace unas semanas debido a mi negocio, me encontraba visitando varias fincas, algunas de las cuales, ya les prestó mis servicios, por lo que conozco a sus dueños o administradores, desde hace años.
Pero en una ocasión era la primera vez que pasaba por ese lugar, finalmente después de hablar con el dueño, me di cuenta de que no le hacían falta los servicios de mi compañía, por lo que pensaba retirarme.
Pero cuando llegué ya había oscurecido, y cuando ya me pensaba marchar, me sorprendió una tremenda tormenta.
Tan fuerte era el torrencial aguacero que el dueño de la finca me aconsejó que me quedase durmiendo en mi camioneta, esa noche, ya que con esas lluvias abundaban los golpes de agua y era mucho más seguro esperar a que escampase y amaneciera.
Yo la verdad es que, ante tal situación, acepté gustoso, pensé. “Me quedo durmiendo en mi camioneta y cuando amanezca, vuelvo a agarrar carretera.”
Así se lo comuniqué al dueño de la finca quien, después de eso me invitó a cenar, luego de cenar conversamos un rato y me invitó unas cuantas cervezas.
Después él me acompañó hasta mi camioneta y se fue a dormir, como apenas y eran las ocho de la noche, me di cuenta de que en un ranchón ...
... retirado de la casa principal.
En él se encontraban tres peones así que bajo la fuerte lluvia me dirigí al ranchón, ya que como no tenía sueño, busqué con quien hablar un rato, hasta que me dieran ganas de dormir.
Me quedé conversando con ellos tres, por un buen rato, después de estar escuchándolos hablar sobre su trabajo, uno de ellos propuso a sus compañeros y a mí, ponernos a jugar un partido de cartas, y de inmediato otro sacó una botella de aguardiente.
Entre partida y partida, yo me quedé sin efectivo, por lo que pensé retirarme a mi camioneta a dormir, ya con unos cuantos tragos encima.
Pero los tres insistieron en que siguiera jugando, pero al decirles que ya no tenía nada de dinero encima, me dijeron que jugase solo para pasar el rato, y que, si yo quería que apostase la ropa, solo por jugar, que al final si perdía me la devolvían.
Pienso que en ese momento debí irme a dormir, pero no lo hice continué jugando y de cuando en cuando me ofrecían uno que otro trago de aguardiente, el que yo tontamente me daba.
Entre partida y partida, fui perdiendo casi toda la ropa, hasta que finalmente me quedé en interiores. Ya que hasta los zapatos y las medias había perdido.
Al verme así, les comenté que me iba a retirar, pero uno de ellos me dijo. “Pero antes de irte, para que te entreguemos tu ropa, te toca hacer un pequeño trabajo para nosotros.”
Al tiempo que me volvieron a dar la botella para que me diera otro trago, cuando pregunté, qué era lo que tenía que ...