Mientras me hacía la dormida
Fecha: 12/11/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: salnegra, Fuente: TodoRelatos
Cada noche, mientras los demás dormían, yo me desnudaba, me acariciaba el cuello y el pecho, apretaba mis pezones, con ayuda de una mano me los llevaba a la boca y los mordía suavemente. Mis dedos jugueteaban con mi botoncito y se introducían en mi sexo salvajemente hasta que explotaba en un orgasmo. Cada vez que recordaba a mi hermano, su brillante verga entre mis manos, su sabor, su olor,… me calentaba y tenía que masturbarme como fuera.
Una noche, después de casi un mes, yo estaba apunto de dormirme, serían las 2 o las 3 de la noche cuando escuché que la puerta se abría. Mi corazón se aceleró y tenía que hacer esfuerzos para que mi respiración no se agitase.
Yo se perfectamente que es mi hermano, el olor del perfume que utiliza no ha cambiado en al menos 4 años.
Se sienta en mi cama despacito y se queda callado durante unos minutos. Yo no se que hacer, si hacerme la dormida o darme la vuelta y besarlo así que, mantengo mis ojos cerrados y los muevo lo mínimo para ver como reacciona.
- Estás dormida?- dice en voz bajita, casi susurrando.
- Estás dormida?- repite, esta vez un poco más alto.
No obtiene contestación. Comienza a apartarme el pelo de la cara y noto su aliento en mi nuca, a tan solo unos centímetros. El pecho me va a estallar, estoy muy nerviosa, tengo calor, mi respiración se acelera mientras yo trato de controlarla y apreto mis puños.
Siento frío porque me está quitando el edredón lentamente y al instante noto el calor de sus dedos ...
... acariciando mi culo. Son tan suaves sus movimientos que es como una caricia con la yema de los dedos.
Me pone una mano en el hombro y lentamente me gira hasta dejarme boca arriba. No puedo más, y no se porque pero aprieto mis brazos contra mi pecho en un acto reflejo. Él se asusta y se va casi corriendo cerrando la puerta.
No puedo creerlo, he estropeado la mejor de las oportunidades y no se porque mi cuerpo se comporta así. Estoy tan desilusionada que varias lágrimas caen de mis mejillas cuando escucho que una puerta se abre. Enseguida me seco la cara y me vuelvo a hacer la dormida. "A lo mejor es él" "No seas tonta, no va a volver" " lo has asustado" "Sabe que yo no le voy a decir nada malo"… miles de cosas pasan por mi mente a la vez diciéndome a mi misma cosas contradictorias, estoy confusa y algo asustada.
La puerta de mi cuarto se abre:
- Lorena, estas despierta? Yo no puedo dormir.
-Lorena, estás despierta?
-Holaaaaa – Cada vez se acerca más y me hace la misma pregunta cada vez más alto.
Yo no me muevo, esta vez no moveré ni un solo músculo, estoy totalmente convencida. Se acerca de nuevo a mi cama y me besa en la nariz. Estoy a punto de explotar de risa pero me contengo. Su mano recorre mi brazo, desde el hombro baja hasta mis dedos acariciándolos levemente. Se sube a la cama y se pone sobre mi pero sin rozarme los más mínimo mientras dice mi nombre varias veces en un tono muy bajito, supongo que esperando alguna respuesta de mi parte.
Una de sus manos ...