Capturada por la guerrilla (2/2) - Relatos Eróticos

Capturada por la guerrilla (2/2)

... rubia.

Escuchando atentamente la intensidad y el tono de los gritos de la americana, movió el dispositivo en forma de bombilla hacia adentro y hacia afuera, girándolo y retorciéndolo para que cada pliegue y grieta fuera irritado y calentado por la corriente eléctrica.

Incluso cuando el sargento dejó de girar la manija y Emma volvió a caer sobre el tronco, continuó jugando con la bombilla empaladora, con el rostro iluminado por la excitación de llevar a su víctima al punto máximo de agonía.

Después de quince minutos de esta continua tortura, el coronel Teboho levantó el cabello enmarañado y miró los ojos hinchados de Emma.

- “Te dije el código... No sé nada más... Por favor, no me tortures más... Te dije todo lo que sabía... ¡Por favor!”, gruñó con la voz quebrada y ronca por los gritos.

El coronel Teboho vio la verdad en la figura destrozada y empapada de sudor atada ante él.

- “Suéltala. Sargento... Llévele la palabra clave que tenemos al general... Dígale que el coronel Teboho cree que la mujer sabe poco más de valor”

Esperó, escuchando los pequeños jadeos de indignación cuando le quitaron el electrodo y finalmente soltaron el pequeño clip ...

... diabólico de su clítoris.

- “¿Era realmente necesario todo esto para un secreto tan pequeño?”, le dijo sonriendo de nuevo y mirando por encima de la espalda de Emma a los ojos ardientes y ansiosos de su bella torturadora.

“Ahora, antes de que terminemos, ¿recuerdas lo que esta joven le estaba haciendo antes a la mujer que oso faltarle el respeto al general?”

A pesar de su agonía, Emma Teling logró levantar la parte superior de su cuerpo del tronco y giró la cabeza... Sus ojos se abrieron por la sorpresa y el creciente horror cuando vio a la chica sonriéndole, con la mano brillando con aceite y los dedos cerrados formando una punta de flecha roma.

Emma esperó hasta que sintió el primer toque suave separando sus labios vaginales… Luego abrió la boca y comenzó a gritar de nuevo.

- “Ella te dará diez corridas y el sargento cien varazos... Ya verás cuando termines cómo te abrazarás a mi y al general y a quien queramos, suplicando siempre que te follemos, te demos por el culo y nos la mames apasionadamente pensando en que nunca más quieras volver a esta tortura... Esta será tu vida a partir de ahora... No lo olvides nunca... Para tu ejercito, estas muerta.”

F I N