Lucia, compañera de trabajo y algo más
Fecha: 15/11/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: mago, Fuente: TodoRelatos
... pero no el ultimo.
Lucia: pero tú estás loco, estaba hablando con mi padre, me ha citado para mañana a las nueve, y tú vas y me excitas en medio de la conversación, menos mal que no has seguido con lo que estabas haciendo, pero, aun así, he tenido que aguantar mucho.
Juan: hablando de seguir, creo que debería volver a empezar.
Recostó a Lucia de nuevo y se colocó en la misma posición, primero sus dedos abrieron un poco los labios vaginales mientras su lengua lamia y buscaba el clítoris. Cuando lo encontró y lamio no paro hasta dejarlo bien expuesto e hinchado. Sus manos buscaron los pechos de Lucia, y se agarraron a ellos. Lucia agarro las sábanas de la cama y gritaba una y otra vez "sigue Juan, sigue" y ya cuando había desgastado el nombre de Juan de tanto que le gustaba lo que estaba haciendo le llego el orgasmo, se corrió y lo grito.
No estaban en el baño de su despacho estaban en un hotel siendo unos completos extraños y anónimos. Esa noche se iba a dejar llevar. NO había aguantado ningún gemido, así que sus orgasmos si tenia más, los iba a dejar escapar, que se enterara Juan o el vecino le daba igual, si eran tan buenos como ese, quería compartirlos con el mundo.
Tras correrse, Juan subió por su cuerpo, besando cada parte de él y mordiendo los pezones rosas que tenía Lucia tan erguidos, siguió por el cuello y al final el lóbulo de la oreja. De una pasada Juan había rozado o lamido cuatro de los cinco puntos más sensibles de Lucia. En el oído le dijo que ...
... ahora el tocaba a ella, que se lanzara como la leona que era.
Lucia sintió un escalofrió, no era mucho de hacer mamadas ni nada raro en el sexo, había tenido dos novios en su vida, uno de ellos su prometido, tardo bastante en perder la virginidad, a los 19 en la universidad, y desde entonces o en pareja o sola y nunca había tenido un amante como tal.
Con sus parejas el sexo era en la cama y siempre algo sencillo, le gustaba ponerse a ella en perrito, pero lograba que fuera su pareja las que le pidieran que se pusiera. Una vez a su prometido le había hecho una mamada, el día que le regalo el anillo, y otra vez justo antes de su accidente que le costó la vida. Dos era el número que había hecho, y se acordaba bien de ellas, no era una experta, pero no por ello no las hacia bien, y Juan lo descubrió.
El miembro de Juan apuntaba al techo, tumbado como estaba veía el cuerpo de Lucia de rodillas en la cama, el pelo le caía por los hombros y no tenía para hacerse coleta ni para ponérselo a un lado.
Desde su perspectiva veía el flequillo de Lucia, y los pechos que por la gravedad y la posición parecían balones de balonmano. la punta de su pene fue desapareciendo en la boca de Lucia, la lengua de Lucia se empezó a mover, le gustaba a Juan que la lengua no fuera estática, el trabajo debía de ser con lengua y con labios y así lo hacía Lucia.
Para Lucia era imposible meterse aquel bicho tan grande en la boca, con un poco ya le dolía la mandíbula y además si la metía entera ...