Lucia, compañera de trabajo y algo más - Relatos Eróticos

Lucia, compañera de trabajo y algo más

... había instalado mientras disfrutaban de la cena.

Lucía: Juan, en serio, estoy agradecida por esto y por todo. Es raro encontrar a alguien con quien trabajar tan bien y además pasar un buen rato. Si no fuera porque esto no es un restaurante sino mi oficina, sería una cita genial.- le dijo mientras le miraba a los ojos y un poco se sonrojaba.

Juan: (sonríe) La verdad Lucia. Me alegra haber encontrado a alguien con quien compartir estas largas noches de trabajo, y créeme, me encantaría estar en ese restaurante contigo, o que te tirases a por mi como leona en la sabana.

La mirada entre ambos se volvió intensa, como si hubiera algo más que palabras no dichas flotando en el aire. Lucía decidió romper la barrera y expresar lo que realmente pensaba.

Lucía: Sabes, Juan, he encontrado a una persona que no creía que podría encontrar en el trabajo, a lo mejor es que no la buscaba a las tantas un jueves por la noche. Creo que hacemos buena pareja, no solo en el trabajo, aunque no hayamos salido nunca a tomar nada, seguro que si surgiera la oportunidad encajaríamos bien.

Juan: (sonríe tímidamente) Lucía, no sé cómo explicarlo, pero sin duda si tu padre no nos explotara así, ahora mismo podríamos estar cenando en el Alfredo`s y después te llevaría a casa para que durmieras esas ocho horas.

Ambos rieron y compartieron una mirada cómplice, y la tensión entre ellos aumentó. La conversación empezó a desviarse hacia un terreno más personal y emocional. Se dieron cuenta de ...

... que compartían más que solo proyectos y tareas.

Lucía: Juan, ¿alguna vez te has preguntado qué pasaría si nos atreviéramos a ir un paso más allá?

Juan: (serio) Sí, lo he pensado. Pero soy muy cortado.

La habitación se llenó de una tensión sexual no resuelta. Lucía, sintiendo la confianza creciente, decidió dar el siguiente paso.

Lucía: Juan, ¿puedo preguntarte algo más atrevido?

Juan: (intrigado) Claro, Lucía, pregúntame lo que quieras.

Lucía: En fin, no quiero parecer una atrevida que se lanza sin preguntar, además no se si estas con alguien, no es un punto del día en las reuniones y quizás me estoy sobrepasando.

Hubo un breve silencio, pero la expresión de Juan cambió de la sorpresa a una sonrisa encantadora.

Juan: (suavemente) Pregunta lo que quieras.

Lucía se acercó lentamente, sintiendo la anticipación en el aire. Sus labios se encontraron en un beso lleno de la tensión acumulada y la emoción que ambos habían estado conteniendo. La chispa entre ellos finalmente se encendió, y la noche que comenzó como una cena de trabajo se convirtió en algo inesperado.

Lucía: (susurrando) Juan, nunca imaginé que una noche de trabajo podría volverse así de... emocionante.

Juan: (sonríe) La verdad es que estoy agradecido que dieras el primer paso, porque al final has sido la leona que caza al antílope.

Lucía: Soy una mujer con las ideas claras y que actúa muchas veces sin preguntar.

Lucia aparto la caja de pizza en el suelo y se llevó a Juan al ...