Lucia, compañera de trabajo y algo más - Relatos Eróticos

Lucia, compañera de trabajo y algo más

... amigas y organizar una cena para ese sábado, después se pegó una ducha caliente y aprovecho a recortarse los pelos del monte de venus. En la ducha notaba como le temblaban aún las rodillas, no por el esfuerzo físico que no había sido nada, sino porque se encontraba como flotando, como si hubiera encontrado a alguien por fin, desde que lo había dejado con su novio de la universidad no había encontrado a alguien con quien encajara tan bien, lo malo es que no sabía que hacer, tenía una meta y Juan podía ser tu carrera de obstáculos.

Lucia el sábado estuvo encantada de contar que las cosas le habían ido bien con un chico. Por supuesto que sabía lo de Lisa, eso había sido hacía tiempo. Y desde entonces, aunque sabía que Juan estaba bien dotado no había congeniado tanto y no era una mujer que buscaba un polvo de una noche, ese hombre le gustaba. Aunque no dijo el nombre solo dijo que había conocido a un hombre y que se habían liado, no dijo acostado porque el sexo fue en unas posiciones raras. Las amigas le preguntaron, alguna incluso pudo asegurar que sería algún compañero de trabajo, porque Lucia apenas salía del trabajo. Ella solo se reía ante esa suposición, y ya les diría quien era.

Durante las semanas siguientes el grupo de trabajo avanzaba muy rápido, Jorge quiso saber cómo iban y organizo una reunión el jueves siguiente. Dos semanas después del incidente de la pizza. Durante esas dos semanas Juan y Lucia se habían encontrado varias veces. Por supuesto su trato era ...

... únicamente profesional, aunque la aplicación de mensajería no opinaba lo mismo. Uno de los últimos mensajes que así lo acreditarán era de Juan y le decía que tenía ganas de volver a comer pizza cuatro quesos. Lucía le contesto que le encantaría, pero en un sitio más amplio.

La reunión fue bien, y los datos se los traslado Jorge a don Pablo, además le dijo que Lucia se estaba implicando mucho. No solo sacaba su trabajo al día, sino que la auditoria estaba más avanzada de lo que habían calculado.

Unos pisos más abajo de esa reunión, Lucia y Juan se encontraban en el Hall, no eran los últimos en abandonar el edificio, pero casi, Lucia fue al parking y Juan se fue como siempre andando, se subió al bus y lo cogió, para bajarse tres paradas más allá, donde un Mercedes GLA lo estaba esperando.

Juan subió y le dio un beso profundo a Lucia, que estaba nerviosa por estar esperando en doble fila y nerviosa por lo que les esperaba. Había sido idea suya no ir a casa de ninguno de los dos. Juan en su mochila llevaba ropa limpia y Lucia en el maletero llevaba media maleta llena, entre maquillaje, zapatos y ropa para el día siguiente. No pensaba pasar por casa, pero tampoco ir con la misma ropa.

Metieron el coche en el parking del hotel y salieron a recepción, Juan había reservado una habitación amplia, nada de suite ni jacuzzi, una habitación normal con cama grande. La mujer de recepción les tomó los datos y le deseo al señor y la señora una feliz estancia.

Subieron el equipaje ...