Silvia y el club de intercambio - Relatos Eróticos

Silvia y el club de intercambio

Nuestra relación sigue viento en popa Silvia dominando me como hombre y convirtiéndome en una auténtica maricona y yo asumiendo ese papel disfrutando lo mío.

Para la ocasión nos preparamos las dos con bonita lencería. Ella con un vestido muy corto con un buen escote, debajo un tanga de encaje y en su pecho un sujetador que simplemente sujeta sus pechos por la parte de abajo dejando a la vista el pecho entero medias y liguero del mismo color.

A mí me toca llevar unas braguitas caladas a juego con un sujetador liguero y medias todo ello de color blanco, según Silvia quería que llamase la atención en el local acompañado de una peluca de color rubio. Llevo una minifalda tipo colegiala y una camisa blanca completamente transparente

Todo esto en el parking de local para entrar completamente travestida ha dicho vocal, el morbo y la excitación está al máximo.

Como local no se encuentra en nuestra provincia la verdad no nos importa mucho el dar la nota, venimos con grandes expectativas creo que Siria con bastantes más que yo.

Dentro del local nos dirigimos a la barra para tomar algo y mostrarnos como pareja y ver qué es lo que se mueve por ahí no hay demasiada gente pero alguna pareja se ve y como no bastantes más hombres.

No sabemos si por educación o timidez o simplemente porque no es lo que buscan la gente no termina de acercarse, Silvia como no ha echado el ojo a un par de maduros entre cincuenta y algo y 60 años mientras que el primero que se acerca tiene ...

... alrededor de 40 aspecto chulesco sobre el 170 y bastante musculoso.

Se dirige a mí preguntándome qué es lo que buscamos y automáticamente Silvia le pregunta qué es lo que busca él , el tipo dice tener cuarenta y cinco años y ser bisexual con una polla de dieciocho centímetros y un buen grosor completamente depilado, mi chica le pregunta qué es lo que le gusta con un hombre, este sin cortarse demasiado le dice a Silvia que me va a poner el el culo como un bebedero de patos y qué le gustan las mariquitas como yo no teniendo demasiados límites.

No está mal contesta a mi chica creo que puede ser buen candidato busco humillar a mi novio con varios tíos, por supuesto la que mando soy yo.

El tío se muestra complaciente y empieza a acariciarme las piernas buscando mis braguitas y acariciándome por encima de estas mi abultada pollita, Silvia lámina a que me siga metiendo mano diciéndole que el primer plato soy yo y si todo va bien ella será el plato principal.

El hombre se frota su paquete mientras me sigue metiendo mano a mí y se acerca a besarme pidiendo permiso a Silvia para comerme la boca, esta contesta que todo lo que le apetezca lo puede hacer conmigo ya que no tengo opinión ni voto.

Silvia nos deja a los dos en la barra y se pierde en las zonas privadas, para aparecer pocos minutos después simplemente en ropa interior acompañada de uno de los maduros que vimos anteriormente que dice tener 60 años muy elegante vestido y un segundo que dice tener cincuenta y ocho, el ...