La amiga de mi madre nos visita de nuevo - Relatos Eróticos

La amiga de mi madre nos visita de nuevo

... tocar mis pechos y me pidió que yo le tocara los suyos, así que le estuve acariciando y tocando los pezones como haces tu conmigo, ella es muy sensible en esa zona y se excito muchísimo, casi creía que iba a tener un orgasmo.

― Caramba no hubiera esperado ese comportamiento de ti.

― Ni yo la verdad. Pero me gustó, y viendo cómo se ponía acabe llevando mi mano a su entrepierna, notando su vagina muy húmeda, y termine por masturbarla mientras ella hizo lo mismo conmigo. Me costo soltarme al principio, y tarde más que ella en terminar, pero cuando se lanzo a lamer mis pechos ya me volví loca y tuve un fuerte orgasmos. Después de eso me dio un beso en los labios. Fue extraño.

Su explicación me había sorprendido mucho. No hubiera imaginado eso jamás de mi madre, pero las ultimas semanas estaban desatando una parte caliente de ella que debía de estar dormida, una parte tan caliente como yo, que también me sentía desatado y con ganas de probar de todo.

― Me alegro que lo disfrutaras tanto ― dije abrazándola y apretándola hacia mi mientras le besaba en los labios con suaves piquitos ―. Lo único que lamento es no haberme podido quedar a ver el espectáculo.

En ese momento sonó el timbre del interfono de la casa.

― Es tu amiga. Le dije que viniera hoy que estaría aquí toda la mañana. Espérame, no te levantes.

Un par de minutos después entraba su amiga en casa, con un vestido corto y sus piernas descubiertas, pero con una chaqueta gruesa porque hacia fresco. Entró y ...

... me dio un beso enorme como saludo.

― ¿Cómo este hombretón?

― Deseando verte de nuevo. Pasa, pasa, que estábamos con mi madre en la cama.

― ¡Uis! ¿Estabais jugando sin esperarme?

― Para nada. Estábamos hablando de cosas ― no quise contarle que sabía lo que habían hecho.

Al entrar mi madre se incorporó sentándose en la cama y se saludaron con dos besos como si fuera la cosa más normal del mundo estar allí, conmigo tumbado desnudo en la cama junto a ellas.

― Estaba deseando volver a estar con vosotros.

― Me alegro que hayas venido. Puedes ponerte cómoda ― indicó mi madre.

Su amiga se tomo al pie de la letra la invitación y se quitó el vestido, quedando solo con un sujetador que apenas cubría sus pechos, había venido sin bragas, toda una declaración de intenciones.

― ¿Qué os parece? ― preguntó señalando su pubis depilado.

― Me encanta ― le dije yo ―. Que ganas de darle una buena lamida de inauguración.

Ella se rio con ganas y se tumbo a mi izquierda tras quitarse el sujetador. Yo me giré hacia ella y le di un fuerte morreo a la vez que tocaba ese pubis depilado y metía mis dedos entre sus labios vaginales notando algo de humedad, ya estaba algo excitada.

― Seguro que tu madre también necesita que la acaricien ― dijo con una sonrisa pícara.

Estaba claro que tenía ganas de verme tener sexo con ella y yo no pensaba dejarla con las ganas de verlo. Mi madre estaba tumbada sobre su espalda sin decir nada, pero me sonrió cuando empecé a levantar su ...