La humillación de mi cuñada y mi sobrina II - Relatos Eróticos

La humillación de mi cuñada y mi sobrina II

Hola soy María sumisa de mi amo Cesar, en mis anteriores relatos les contaba mi vida de sumisa, pero si alguien ha leído mis anteriores reatos recordara como una lectora me ha hecho una petición muy particular, que inventé una historia de dominación con su cuñada y sus sobrina de protagonistas, con el permiso de mi amo lo hice, a mi lectora le ha encantado por lo que paso a publicar la segunda parte, siguiendo sus sugerencias que esta historia tenga continuación, aunque se admiten sugerencias que ella podrá rechazar o aceptar muchas gracias:

Hola me llamo Mercedes en mi anterior relato narraba como mi cuñada Laura, hermana de mi marido y su hija Alicia, ambas sexys pero muy altaneras, se aprovechaban de su condición de hijas del dueño de la ferretería donde trabajaban para tratar al resto de los empleados de manera humillante, la cosa comenzó a cambiar cuando mi suegro, padre y abuelo de las mismas, contrajo un nuevo matrimonio con Sofia, una chica más joven que él, cuya familia invirtió en la ferretería haciéndose con el control de la misma y mi suegro se fue de viaje con su nueva mujer deja do la dirección de la misma a Diego, hermano de Sofia, que no tardó en chocar con ellas, tras un encontronazo de Diego con Alicia, este obligó a madre e hija a humillarse ante el resto de los empleados y a tener relaciones sexuales con ellos.

Tras terminar la sesión de sexo Diego reunió al resto de los empleados y les advirtió:

Una semana después de estos acontecimientos Diego ...

... mandó llamar a su despacho a mi cuñada, esta fue de mala gana, se imaginaba que Diego la iba a preparar algo humillante, llamó a la puerta y el nuevo jefe de la ferretería la hizo entrar y cerrar la puerta, en esos momentos la ordenó:

Mi cuñada le miró con asco, pero una vez más comprendió que debía someterse a sus caprichos y se desabrochó muy despacio la camisa y la dejó caer al suelo, lo mismo hizo con su sujetador, diego al verla dijo:

Ella le miró con cara de odio, pero terminó aceptando. Cuando diego me lo pidió, por supuesto busque un lugar donde hicieran estas operaciones, una cosa que me resultaba excitante es que a Laura le aterran las agujas, cuando durante el COVID tuvo que vacunarse no quería hacerlo, fue necesario que mi hermano, su marido la llevara casi arrastra, yo me divertía pensando en lo que iba a pasar. Busqué un tatuador con aspecto de rockero una forma de vestir que a ella le desagrada, por ser tan apartada de sus gustos ultrapijos, quería que todo fuera lo más desagradable posible.

Cuando llegamos era un edificio situado en uno de los peores barrios de la ciudad, llevábamos su automóvil y la verdad no me importaba que nos lo robaran, por desgracia no pasó. Allí en un edificio un poco cochambroso nos recibió el encargado del anillaje, al vernos se ve que le desagradó el aspecto de mi cuñada, y nos mandó pasar al interior de la tienda a la indicación de:

Tras preguntarnos que deseábamos, mi cuñada le explicó que quería anillarse los pezones, ...