Historias de cuarentena. Mi primer bukakke
Fecha: 20/11/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos
Historias de cuarentena. Mi primer bukakke
Habían levantado el encierro por la cuarentena y ya nos dejaban salir a la calle. Todos los contactos hechos durante el encierro, se iban materializando. Era martes y ya habíamos vuelto al trabajo. Justo antes de meterme en la cama, un pitido en mi móvil me avisaba de un mensaje en Twitter.
Tras desbloquearlo y abrir la aplicación, me encontré con el mensaje de una pareja con la cual, ya había cruzado algunos mensajes.
—Buenas noches. ¿Te interesa participar en un bukakke con nosotros, mañana al medio día?
La proposición me gustó, pero era muy precipitado hacer un hueco en el trabajo con tan poco tiempo de antelación, acababan de levantar el encierro por la pandemia y teníamos mucho trabajo. Aun así, la novedad que suponía para mí el participar en un bukakke, me hizo no pensármelo mucho, y aceptar la proposición al instante.
—Buenas. Ahí estaré.— Respondí al mensaje de la pareja.
No sabía lo que me iba a encontrar, ni como se desarrollaría la escena, ni cuántas personas estaríamos participando. Aun así, la idea de probar cosas nuevas me llevó a aceptar sin pensar en nada más. La posibilidad de un contagio por Covid, no me asustaba lo más minimo.
—Mañana te mandaré ubicación. Será a las once y media de la mañana, hay que llevar la mascarilla puesta en todo momento.— Me contestaron al instante.
En mi mente, se empezaron a formar imágenes de bukakkes de los que había visito en el porno. Mi polla empezó a ...
... crecer, y acabé con una erección tan fuerte, que casi me dolía.
Me fui a la cama con unas tremendas ganas de hacerme una paja, pero me las aguanté. Ya que quería tener los huevos llenos al día siguiente y poder regar a la anfitriona del evento con toda la leche que tuviese acumulada.
Al día siguiente me despertó una erección que tuve que volver a ignorar. Me desperté con la misma imagen con la que me había dormido: una mujer semidesnuda en centro de un corro de hombres, que sacudían sus vergas mientras ella, aleatoriamente, iba pasando de uno a otro masturbándolos sin pausa, mientras esperaba que acabasen bañándola en semen.
Me fui directo al trabajo, y nada más llegar, fui a hablar con mi jefe.
Le conté una pequeña mentira sobre una prueba de Covid que me tenía que hacer. No me puso ningún problema para que saliera del trabajo el tiempo que me hiciese falta, lo primero era la salud.
Eran las 10:30. Cuando me fui mi casa, nada más llegar, me fui a la ducha. Me había rasurado entero la noche anterior, así que al acabar, ya estaba limpio y perfumado para lo que estaba por pasar ese medio día.
A las once de la mañana recibí dos mensajes. Uno con la ubicación, y otro disculpándose y retrasando la hora del encuentro, para una hora más tarde. Al ser un invitado, acepté el cambio de horario y puse rumbo a la dirección que me había salido en el navegador. Tardé un buen rato en aparcar y aun así, me sobraba tiempo. Así que esperé mirando Twitter, ojeando una vez más, las ...