El Príncipe y la Periodista 15 - Las Tribus 1 - Relatos Eróticos

El Príncipe y la Periodista 15 - Las Tribus 1

... el Maestro vuelve a empujar en su culo, su rostro se crispa con un ligero gesto de dolor.

Nos la follamos los dos a la vez durante un par de minutos, hasta que el Maestro se sale de su culo y desaparece de mi vista. Yo sigo follándome a Bella, llevándola a un nuevo orgasmo sin importarme lo que ocurre a mi alrededor.

No sé cuánto tiempo transcurre ni me importa, la sensación de estar follándome a una joven de esa manera es increíble. De pronto siento una mano agarrando mi cintura tirando de mi hacia atrás.

“Has estado increíble gatita;” me dice la voz del Maestro desatando el strap-on de mi cintura. “Pero Bella no puede correrse más, ahora eres tú la que necesitas correrte.”

“El Maestro tiene razón;” le digo. “Desata a Bella para que me coma el coño y me lleve al orgasmo;” le ordeno.

“No es eso lo que tenía pensado;” me dice liberando mis tetas del corsé con una mano mientras lleva la otra a mi coño introduciendo dos dedos dentro.

“No hagas eso;” le grito intentando liberarme de su agarre sin conseguirlo. “No soy una de tus sumisas.”

“Todavía;” me responde, pellizcando con fuera mis pezones, follándome con sus dedos, llevándome al orgasmo.

El Maestro me sostiene en sus brazos mientras mi corro, solo me suelta cuando mi clímax baja, en ese momento me doy la vuelta y le suelto una bofetada antes de salir corriendo de la mazmorra. Miro hacia atrás en busca de Tom, y le encuentro tumbado en el suelo, con Zendaya sentada sobre su cara.

Los recuerdos se ...

... desvanecen cuando los gemidos de Nahid comienzan a llenar la tienda, abro los ojos para mirar hacia el marco de madera, pero le encuentro vacío, los gemidos vienen de la cama, Caleb ha desatado a Nahid y la tiene montada sobre su polla cabalgando salvajemente.

Sé que Nahid ha aguantado el dolor mientras Caleb jugaba con ella para no darme esa satisfacción, de la misma forma que sé que ahora está sobreactuando, comportándose como una zorra.

“Lo siento mucho, pero hoy no va a ser cuando te fólle Caleb;” me dice una voz mientras unos dedos comienzan a jugar en mi coño.

Sé que es Lady Nabila quien está detrás de mí, pero intento girar la cabeza para verla, aunque las restricciones me lo impiden.

(punto de vista de Lady Nabila)

“Olvida lo de esta mañana;” le digo a Rose mientras libero sus manos y pies. “Ahora eres una esclava y voy a tratarte como tal;” añado enganchando una correa a su collar para tirar de ella y sacarla de la tienda.

Justo cuando vamos a salir de la tienda, Jake abre la puerta para entrar, recorre el cuerpo de Rose con la mirada y sonríe.

“Normalmente Caleb solo viaja con una esclava cuando se reúne con las tribus;” le digo mientras nos dirigimos a mi tienda. “Y esa esclava es la que comparte en las reuniones con los líderes de las tribus, pero no sé hasta qué punto está dispuesto a compartirte;” añado si saber claramente que intenciones tiene Caleb Rose.

“Para eso ha traído a Nahid, además de para darla una pequeña lección;” le comento. ...