Miguelito, el Pequeño Demente: Locuras Lechosas desde los 6 Años / 2
Fecha: 01/12/2024,
Categorías:
Gays
Incesto
Sexo con Maduras
Autor: Maximiliano20, Fuente: SexoSinTabues30
... cafés oscuros, de mirada intensa, contrastan con su tez moreno claro. Viste con estilo, luciendo una camisa polo azul marino que resalta su complexión robusta. Pantalones de mezclilla negro y tenis grises complementan su atuendo, mientras camina con una postura varonil y una voz profunda que resuena en la estación.
Ese hombre de rostro serio, me vio solito a un niño de 6 añitos, con cara de extrañes seguramente preguntándose dónde estarían mis padres, me sonríe y a pesar de su seriedad cuando sonríe, su rostro se ilumina con una sonrisa amigable, creando un intrigante contraste. Su altura de 1.85 metros lo hace destacar entre la multitud. Mientras espero a que mi familia regrese con los boletos, no puedo evitar sentirme cautivado por este enigmático hombre que comparte el espacio de la estación de autobuses.
Sonrío ante el chico, mi cabello ondulado y mis mejillas rosadas contribuyen a un aspecto tierno. El chico, intrigado, me pregunta: “Hola, bebé, ¿dónde están tus papás? ¿Cómo te llamas?” Le respondo con entusiasmo que soy Miguelito y que estoy esperando a que regresen con los boletos.
Él asiente comprensivo y me aconseja que no me mueva de ahí, expresando su preocupación de que no me gustaría perderme. La interacción agrega un toque de calidez a la espera en la estación de autobuses, y mientras continúo aguardando a mi familia, mi atención se divide entre la emocionante travesía hacia Cancún y la curiosa conexión con este chico enigmático.
En medio de la ...
... espera, el chico continúa la amena conversación y me pregunta sobre mi edad y en qué grado de primaria estoy. Con una sonrisa, le respondo que tengo 6 años y que estoy en primer grado. A medida que fluye la charla, no puedo evitar compartirle mi entusiasmo, revelándole que me encantan los dinosaurios.
El chico escucha con atención, y la simpleza y alegría de mis respuestas parecen romper la barrera de su seriedad inicial.
De repente, mi hermano Antonio aparece, un tanto inseguro, y dirige una mirada de desconfianza al chico. Con voz más gruesa, me anuncia que ya ha llegado presentándose de manera un tanto descortés. La atmósfera cambia ligeramente, creando una tensión momentánea en el encuentro. El chico, sin embargo, mantiene su seriedad inicial.
Poco después, mis padres regresan con los boletos. Mi mamá, al notar la presencia del chico, le sonríe un tanto extrañada. El chico, en su defensa, entabla una conversación amigable, explicando que también está esperando el camión hacia Cancún, pero al verme solito, decidió acercarse para cuidarme pensando que estaba perdido. La explicación del chico suaviza las dudas y cambia la percepción. Mi hermano Antonio, notando la actitud amigable del chico, le sonríe de manera más cordial. Mi mamá, entre risas, comenta que se siente muy apenada ya que según me había dejado al cuidado de mis hermanos, mirando a Antonio desafiantemente y preguntándole dónde estaba Marisa.
Mi hermano, en un intento por justificarse, le dice a mi mamá ...