1. En la oscuridad


    Fecha: 03/12/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Pieldemanzana, Fuente: TodoRelatos

    ... como una respiración pareció escucharse en el silencio, de esto no estoy segura, pero aquel tacto sobre mí piel si era real. Algo pesado, pero a la vez etéreo presionó mi cuerpo. Podía sentirlo en mi espalda, en mis glúteos. Podía sentir como unas manos apretaban mis pechos mientras un bulto apretaba entre mis glúteos.
    
    No se de donde saque fuerzas pero pude extender la mano hasta darle a la luz. Aún sintiendo aquel peso sobre mí que me paralizaba. Aterrada no vi nada, no había nada allí, y sin embargo podía ver mis pechos hundidos por dedos. Mi garganta quería gritar pero era imposible.
    
    Sentí que mis piernas se separaban a la fuerza ,dejándome abierta a lo ancho de la cama. Algo rozaba mi vulva, era duro, frío.
    
    Sentí una presión sobre mí cabeza mientras algo elevaba mis caderas. Lo que fuese aquello invisible me estaba poniendo en posición para penetrarme.
    
    Una caricia en mi vagina, me estremecí. Una pulsión en mi clítoris y noté cómo me excitaba. Traté de girarme pero era imposible. Lo que fuese me tenía aprisionada contra el colchón.
    
    De nuevo esa sensación de ser lamida entre mis piernas . Los pequeños temblores que me convulsionaban. Aquello me estaba excitando pese a mi resistencia. Mi boca parecía colaborar en aquella violación, de nuevo, permaneciendo muda.
    
    Dos manos abrieron mis glúteos y algo se coló entre ellos llegando a mi vulva expuesta. Pareció quedarse allí, en la entrada, pero no. Una contracción casi dolorosa me hizo sentirlo en mi interior. ...
    ... Frío, duro, amenazante.
    
    Lo podía sentir contra mis paredes interiores. Su roce me hacía gemir en silencio. Se sentía inmenso , muy distinto a un miembro, no podría describirlo. Entraba y salía de mí aprisa. Arrancándome cada vez un gemido mayor. Si, me estaba violando aquella cosa pero sentía placer. Mis fluidos corrían por mis muslos . Pareciera que disfrutaba con aquello, y lo hacía , a mi pesar , pero sentía placer. Era un placer extraño, muy extraño. Muy diferente al que sentía cuando mi novio me lo hacia. Era una sensación totalmente ajena y diferente a lo que había sentido en mi vida.
    
    Me sentía llena, completamente llena. De mi boca salía aquel vapor, mi piel estaba fría. El terror se unía al placer a cada embestida que sentía en mis entrañas.
    
    Llegó un momento que todo aquello pasó a ser solamente placer, un placer inmenso, extraño, un placer que quería seguir sintiendo, experimentando. Mi cuerpo se aflojó, se relajaron los nervios que me atenazaban los músculos. El terror se fue.
    
    Ahora quería sentir. Apreté mis caderas hacia atrás, no sabía con qué pero chocaron contra algo, no podía verlo, solo lo sentía. Yo misma apreté mis pechos , aumentando el placer, antes de bajar la mano hasta mi clítoris. Mís gemidos ahora sonaban sinceros, sin miedo, explícitos.
    
    Sentía unas manos en mis glúteos, algo en mi interior, me consumía en aquel placer frío.
    
    Comencé a convulsionar, me cabeza parecía dar vueltas, mi columna vertebral parecía romperse en aquel estallido ...