Mi hermana me entrega la boca y la cola por la gerencia
Fecha: 03/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: ghesuita, Fuente: CuentoRelatos
... gente. En estos tiempos, el empresariado lleva a la misantropía… Por otro lado, la natural sensualidad de mi hermana afloja las negociaciones con los ocasionales gerentes que nos visitan. En la soledad del segundo piso, mi condición empeora al punto de pasarme horas observando las cámaras que cubren cada metro del complejo; ensañándome especialmente, con aquellas que siguen a Ángela.
Una tarde, llame a mi secretaria por el teléfono interno. Nos sentamos escritorio por medio.
-Mira Angela, es evidente que los empresarios que vienen hasta acá y hay que venir desde Capital, vienen por vos. Y está bien que coquetees con ellos porque es parte del proceso de negociación y creo que a tu modo te has vuelto importante en la empresa- mientras me acomodo en el sillón. Es decir, no digo que todo sea tu presencia, también hay otros avances , como el trato con el personal que yo rehusó llevar a cabo… pero en esencia tenes ángel y sos atractiva y eso hoy suma.
-¿Entonces? - Angela dibujo asombro en su rostro, mi desdén hacia la humanidad también la alcanza a diario.
-Vas a tener un aumento en tu participación monetaria del quince por ciento, pero vas a tener que aceptar algunos cambios y decisiones mías sobre vos.
-”mías sobre vos”, la mujer apretó los labios y sacudió un hombro.
-Voy a decidir sobre tu vestuario de acuerdo al día y el visitante
-En eso no hay problema, asintió Angela. En el fondo, culposamente, le encantaba ser la muñeca de alguna figura semi paterna. ...
... -Pero solo en horarios laborales- acotó la muchacha.
-Obvio y algo mas -fueron los dos minutos mas incomodos de mi vida, mi corazón latía como loco pero mis palabras no salían... Angela se mordió los labios intrigada. Tras cuatro intentos escupí- los viernes estarás a entera disposición mía, harás lo que te pida sin cuestionamientos, y a fin de año, seremos socios setenta-treinta.
Angela intentó descifrar el mensaje con las pupilas oscuras e inmóviles. Sabía que el silencio me incomodaba, a la intemperie como me encontraba en aquella oficina. Jugó unos minutos con aquello para desestabilizar y ganar algo más.
-Dame el cuarenta y no preguntare nada- retruco seco. Asentí con la cabeza. Nos dimos la mano incómodamente.- Mañana quiero cuero -susurre. Angela sonrió con picardía
Apenas dormí y llegué temprano como para abrir el complejo. Una hora después distinguí a través de las cámaras a mi hermana subiendo por el ascensor. Para desconcierto ,vestía jeans y remera. «Empezamos mal», suspire ambiguo entre el alivio y el deseo trunco. Insulte al aire, era típico de Angela, ahora se haría la desentendida de lo acordado pero volvería con la parte de los elogios y remuneraciones. Entró a la oficina y me saludó con un beso en la mejilla.
- Antes que nada hermanito, no me olvide lo pactado-, sonreí incómodo pero reconfortado como un niño malcriado. De la cartera sacó y desenrolló un paquete brilloso - calzas engomadas, ¿qué te parece? Me cambio y me decis- suspire aliviado ...