Mi hermana me entrega la boca y la cola por la gerencia
Fecha: 03/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: ghesuita, Fuente: CuentoRelatos
... y sonriente, entregado a mi enfermedad
Angela vuelve encastrada en la prenda de cuerina y gira sobre sus pasos, ¡Sublime!
-Toma, guárdame esto- arroja una braga blanca sobre el escritorio. Con la luz del ventanal, descubro el contorno de su vagina y el dibujo de dos médanos perfectos que traslucen sus nalgas firmes. Paso toda la jornada viendo a mi hermana a través de las cámaras, esperando el momento que abandone su puesto y camine el vestíbulo: por suerte, fueron muchas las oportunidades. Ensimismado en el olfateo de la braga no advierto la puerta entre abierta.
Sos todo un kinky -Ángela susurra. Sorprendido, devuelvo la prenda al tiempo que acomodo mis pantalones.
-Momento, parece que alguien está jugando- mi hermana muerde sus labios y con su mano fría agarra mi pene erecto. Las uñas rojas, el trayecto delicado del deslizamiento desmorona cualquier resistencia; mi mirada se concentra sobre la vagina encuerada; con una mano intento tocar pero es interceptada
- ¡Quieto vaquero que hoy no le toca!
¿Y cuando me toca? -suspiro estremecido por el jugueteo de sus dedos sobre mi glande.
-Será el viernes... ¿no quedamos así?- suspira Angela mientras se lleva un dedo a la boca.
-Faltan tres días- susurro enrojecido
-Tratos son tratos -responde . Me siento contrariado.
- La bombachita ponetela en la boca- acoto casi chillando.
Ángela se lleva el bollo a la boca y lo muerde. Mientras me masturba gime y me mira a la cara como quien observa un insecto. ...
... Por momentos hay algo de amorosidad, pero en seguida vuelve el desprecio. Por fin suspiro y acabo. La muchacha se limpia el enchastre con la braga. Sin mirar atrás, atraviesa la puerta y desaparece.
Es viernes y literalmente hiervo de calentura, mis venas parecen explotar y salirse de la sien en cualquier momento. Angela entra a la oficina, la boquita roja, el pelo en la frente y una pollera de cuero demasiado larga, es como un solero bruñido.
Me desprendo el pantalón -chupala -ordeno pero guiño el ojo más culposo que pícaro.
-Si jefe, acota la mujer prensando la lengua con los dientes. Ángela se arrodilla a mi lado, siento su aroma frutal y el aliento fresco. Sus labios tocan superficie, suspiro. la muchacha cabecea y arrastra los labios a lo largo del pene. Por momentos juguetea con la lengua sobre el glande, hay besos y caricias en mis piernas, que me producen cosquillas. Los gemidos y las miradas nos movilizan mejor que cualquier otra cosa. Por fin, me desgracio y Angela absorbe el daño y luego escupe en una servilleta. Sale de la habitación, la incomodidad siempre es superada por el deseo.
Faltan treinta minutos para el fin de la jornada y tras cuatro horas de lucha interna me decido y levanto el teléfono. Angela entra con mirada sumisa pero ambos sabemos que solo es juego y hace rato que ella es dueña de la situación. No hace falta ser muy listo: cuando finalmente me desmorone psicológicamente, ella asumirá el control de la empresa y mi suerte estará echada. ...