Apuestas y juegos de azar
Fecha: 03/12/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Novio Cuckold, Fuente: CuentoRelatos
... dije que le había chorreado refresco y la había mandado a arreglar, asintió pero era claro que no me había creído.
Escenas como estas se fueron repitiendo al pasar del tiempo, aunque también había días en los cuales traía mucho más dinero de costumbre a la casa producto de un buen juego que tenía, un día de esos Ana me volvió a confrontar.
-¿Sigues yendo a apostar verdad?
-Ana, llevo meses sin ir.
-No soy estúpida Eduardo, sé que te escapas con tu amigote, sólo te pido que te controles.
-Ana...
-Ten cuidado solamente, no apuestes más de lo que tenemos, por favor.
Era obvio que ya sabía que era muy aficionado a apostar pero se había hartado de confrontarme, optó por resignarse. Incluso en alguna de las noches se atrevía a preguntarme cuanto había ganado. No es que me hubiera dado permiso de seguir apostando pero tampoco se oponía por lo cual lo seguí haciendo.
Recuerdo una ocasión en la cual regresé temprano a casa con un rostro desencajado pues había tenido una mala pasada en el blackjack, me dejé llevar y cogí la deuda más grande de mi vida; ella preocupada me pidió saber que era lo que me ocurría.
-Debo 35,000 pesos Ana.
-¿Qué?
-Debo...
-¡Cállate! Sabía que esto pasaría, te dije que te controlaras, ¿qué vas a hacer?
-No sé, pedir prestado, algo.
-¿A quién?
-No sé, yo creo que debo vender el coche.
-Allá tú sabrás, eso si te digo, es la última vez que apuestas ¡eh!
-Sí.
-Veme a los ojos y júralo.
-Lo juro.
Pasamos ...
... ese amargo episodio, logré vender el coche y apenas junté lo que debía pues mi auto ya era algo viejo, a pesar de todo mi esposa me perdonó y seguimos adelante. Pasé cerca de seis meses sin hacer ningún tipo de apuestas pero cada día que pasaba quería seguir jugando póker o apostar en los partidos de fútbol, pronto rompí la promesa que le había hecho a mi mujer y volví de nuevo a las andadas, me escapaba varias tardes e iba a jugar hasta el punto de no regresar a trabajar. pronto eso se me vino en contra.
Una tarde de miércoles mi jefe me mandó llamar, yo preocupado fui a su oficina ya imaginando el motivo por el que me requería, sin hacerles el cuento largo se habían enterado de mi ausencia en repetidas ocasiones y me corrieron.
No quería que Ana supiera la razón de mi despido, le dije que era por recorte de personal. Al pasar de los días el ocio me consumió y fui a el hipódromo a apostar los últimos pesos que me quedaban en el bolsillo, los perdí todos.
Quedé a deber una gran suma de dinero y a cada rato me llamaban por teléfono cobrándome, incluso me amenazaban, ya sin algún remedio le confesé a Ana lo sucedido, en un principio se molestó pero al explicarle lo de las amenazas su rostro se transformó en uno de pánico, ahora más que nunca debía apoyarme, vendimos casi la mitad de los muebles de la casa, y le pedí dinero prestado a mi suegro pero no fue suficiente, ahora sí había agarrado la deuda de mi vida.
No tardaron en ir unos tipos a mi casa a cobrarme, se ...