Corrompiendo a mamá Libro II -- Cap. 18 - Relatos Eróticos

Corrompiendo a mamá Libro II -- Cap. 18

... boca.

—¡S…í…!

—¿Sí qué? —me pregunta, pasando ahora su lengua por todo el tronco de mi falo, de arriba abajo.

—Sí… me gusta… que me la chupes…

Su lengua llega hasta mis huevos, y los lame, los chupa, luego los succiona, mojándomelos.

—¡Joder…!

—¿Quién te está chupando ahora los huevos, mi amor?

—T…ú… —me estremezco en la cama cuando Lucy se mete una de mis bolas a la boca y las empieza a saborear con la lengua.

—¿Quién soy yo…? Dilo sin miedo o dejaré de chuparte…

Lucy se saca el testículo y luego se mete y saborea el otro, el cual chupa, lame y succiona una y otra vez, haciéndome sentir un cosquilleo brutal que me recorre toda la pelvis.

—¡Tú… mi hermana… me excita mucho que… me estés chupando la polla y los huevo…ss.! ¡Ohhh…!

Toda mi cara, incluyéndome los labios, me tiembla, y sé que no debería de estar aquí, con mi verga y mis testículos en el interior de la boca de mi hermana, pero lo estoy, y no lo puedo evitar sentir el placer que siento.

Con los ojos cerrados, escucho los chasqueos mientras mi hermana vuelve nuevamente con sus bocados de pene, masturbándome con una mano y acariciándome los huevos con la otra, tal y como Sugey la enseñó antes.

—Si pudieran ver la cara de viciosa de mi madre, queridos suscriptores —señala mi hermana de pronto—. Es la de una putita viciosa que está excitada mientras su hija menor le mama la verga a su hermano mayor.

Abro los ojos por la curiosidad y me encuentro con que mi madre está casi ...

... pálida, chasqueando los labios, sosteniendo el teléfono mientras nos graba.

En determinado momento miro hacia mi hermana y lo que veo me deja temblando de morbo. Jamás en la vida me imaginé tener un día entre mis piernas a Lucy, con los ojos torcidos, la boquita hinchada de tanto mamar, sus manos ocupadas con mi polla y con mis huevos, y sus piernas separadas, mientras tiene la postura de cuclillas.

—Sácame las tetas, hermanito, y tú, mami, has un acercamiento para que la toma capte mi boca tragándose la verga de tu hijo al mismo tiempo que se aprecia el momento en que él me saca las tetas de la blusa.

Ambos obedecemos a Luciana. Siento el aroma cachondo de mi progenitora mientras yo me incorporo un poco y sin desabotonar la blusita de mi hermana meto mis manos dentro, atrapando sus deliciosos y calientes melones rosados, los cuales, sin que ella me deje de mamar, se los voy sacando poco a poco por la parte superior de su blusita desabotonada.

—¡Hummm! —gime Lucy mientras me sigue chupando el pene, notando cómo mis dedos aprietan sus dos gloriosas mamas que ya están balanceándose, pesados, por encima de su blusa… —¿tegugtan mis tetashegmanito…? —me pregunta ella, mirándome, y el morbo que me da que me hable mientras tiene mi verga atravesada su boca no tiene precedentes.

—¡Ufff… sí…!

—¡Hummmm…! —jadea una vez más mientras yo juego con sus dos espectaculares pechos, cuyos pezones y areolas, aunque son menos claros que el resto de sus tetas, siguen siendo de color ...