1. Corrompiendo a mamá Libro II -- Cap. 18


    Fecha: 06/12/2024, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... rosas—… ¡Apriétalas… hermanito… has mierda mis tetas… son tuyas…!
    
    —No puedo creer que seas tan putita —le digo, y mi madre hace un ruido con la boca de que no le gusta que mi hermana y yo nos hablemos de esa manera, aunque yo puedo percibir que esto es algo que a la pervertida de Lucy le excita.
    
    Lucy continúa mamándome la verga por al menos diez minutos mientras yo me entretengo amasando sus tetotas. Cada vez que ella siente que yo voy a eyacular se la saca de la boca, presiona ligeramente mis bolas y luego me la vuelve a mamar.
    
    Mamá está haciendo excelentemente bien su papel de camarógrafa. Me da mucha vergüenza mirarla, así que la evito, aunque sé que ella está muy excitada con lo que ve delante porque de vez en cuando he logrado mirarla de reojo mientras ella se aprieta los muslos o se relame sus deliciosos labios. Cómo quisiera besarla, pero como no puedo, me concentro en la magistral mamada que me está dando mi pequeña putita.
    
    —¡Hummmm! No pensé que fueras tan aguantador, hermanito…
    
    —Es algo nuevo que yo también estoy descubriendo.
    
    —¿Es porque te han ayudado las sesiones de sexo previas que has tenido con mamá?
    
    Me parece que Lucy quiere ponerles en antecedentes a sus suscriptores sobre la relación incestuosa que llevo con mi madre. A lo mejor es verdad y sí que hay mucha gente, como el cabrón de Nacho, que se excita con esta clase de relaciones filiales.
    
    Cuando Lucy se cansa de chuparme la polla se incorpora, se sienta a mi lado y se abre de ...
    ... piernas como si en verdad fuese una actriz porno.
    
    —Ahora te toca a ti, hermanito, cómeme la concha, y tú, mami, no pierdas detalle.
    
    Mi madre suspira, y yo me levanto, me arrodillo en el suelo y observo cómo las preciosas piernas de mi hermana, con la ayuda de sus manos, están completamente separadas, con sus rodillas casi llegándole a la altura de sus orejas, con tal flexibilidad que me pongo malo.
    
    —Estoy muy mojada, hermanito, ¿lo notas…?
    
    ¿Cómo no notarlo? La pequeña putita está chorreando como sólo lo he visto con Sugey.
    
    —Sí, hermanita… estás empapada y con tu rajita estrecha palpitando.
    
    El sexo de mi hermana es una maravilla. Sus pliegues glutinosos están muy pegados unos con otros en su minúscula abertura. Toda su exquisita partecita sexual es tan rosada que parece un delicioso malvavisco mojado. Sus genitales parecen ser una fruta fresca, húmeda y carnosa rosada que brota ante mí con delicado encanto.
    
    —¡Hummmm! —gimo cuando acerco mi nariz a su rajita y me intoxico con su aroma de nena cachonda—, cómo estás de mojadita, preciosa.
    
    La transpiración vulval que desprende mi hermana es fresca y salina. Un manjar de los dioses. Cuando le doy la primera chupada de concha sobre su apretada rajita, siento cómo mi lengua se hunde por su abertura sin llegar a abrirla toda. Vuelvo a respirar su exquisito aroma y me maravillo con ese un aroma fresco y dulzón.
    
    —¡Ay… que rica lengua tienes amor…! —jadea mi hermana con una voz de lo más sexosa.
    
    Al olfatearla ...
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