Corrompiendo a mamá Libro II -- Cap. 18
Fecha: 06/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos
... nuevamente mientras chasqueo su panochita con mi lengua, ella puede advertir mi aspiración caliente. Jadea cuando introduzco mi lengua en su delgado agujerito, que parece el de un manantial cristalino que depura fluidos sexuales.
—¡Hummm! ¡Aaaahhhh!
Lucy se estremece sobre la cama cuando abro mi boca y empiezo a absover con mi boca sus pulpas mojadas. Le agarro sus muslitos con mis manos, los cuales tiemblan a mi contacto, mientras me sigo comiendo su coñito rosado con mi boca.
—¡AAahhh… mami… mami…! ¡Mi hermanito… me está comiendo la chonchaaaaa!
Quisiera ver la expresión horrorizada de nuestra madre mientras yo le hago la comida de concha a mi hermanita, pero prefiero seguirla saboreando.
—¡Uffff… mami… mami… cómo me la chupa…!
El morbo de oír a mi hermana interactuando con nuestra petrificada madre es brutal. Por eso le sigo absorbiendo los pliegues vulvares mientras me imagino lo que será estar dentro de ella, así toda apretadita.
—¡Aaaah… mami… mami… tu hijo me ha metido su lengua en mi puchitaaaaa!
La última vez que estuve tan cerca del coño de mi hermano recuerdo que su vellosidad de su pubis era traslúcida y rubicunda ante la luz de la lámpara de su habitación. En cambio, ahora está completamente depilada, y la textura de su piel es tan suave como la de un bebé. Por eso restriego mis labios por toda su vulva. De vez en cuando introduzco un dedo y ella grita, temblando sobre mi cara.
—¡Ay, ay… sí… hermanitooooo!
En la punta de su ...
... clítoris, todavía cubierta por su capuchón, luce una ligera gota de sus propios fluidos, los cuales recojo con mi boca, provocando que Lucy tiemble. Con mi propia lengua descapucho su delicado botoncito, y es ahí cuando descubro que nadie en su vida se lo había estimulado, hasta ahora que llegué yo.
—¡Aaaah! ¡Aaaaah! ¡Mamiiiiii!
Los gritos de mi hermana alertan a mi madre mientras yo lo ataco con mi lengua y con mis labios. Lucy le dice que no deje de grabar, que todo está bien, pero al mismo tiempo admite que esta sensación que percibe ahora nunca la había sentido antes. Y por eso yo sigo impregnándolo, haciéndola temblar, hasta que de pronto empieza a gritar mucho más fuerte….
—¡Me meooo! ¡Me meoooo! ¡ME MEEEOOO!
Un chorro cristalino y caliente escupe desde su concha, mojándome parte de mi cara, mientras yo recojo sus fluidos con la boca y con la lengua hasta que Lucy deja de gritar.
—¡Por Dios… tenemos que parar con esto ya! —exclama mamá un rato después.
Noto entre susto, arrepentimiento, excitación y celos en su voz. La conozco bien.
—¡Esto… es… más fuerte de lo que… había previsto…!
—Sigue grabando, Sugey, y déjanos continuar —le pide Lucy, que obligándome a echarme sobre la cama, bocarriba, ella está gateando hasta mi verga erecta para sentarse sobre ella.
—¡Pero… hijos…!
—Sólo daleplay, mami, por favor.
Lucy se ha quitado la faldita tableada de colegiala pero aún lleva puestas sus medias blancas, los tacones y la blusita, sobre la que cuelgan ...