1. Claudia Itzzell. Mujer transexual ninfomana


    Fecha: 11/12/2024, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Después de que don Carlos me cogio por primera vez en la cafetería delante de Luis, mientras Carlos y Alfonso atendían a los clientes, Luis y yo nos quedamos en el despacho para esperarlos a que cerraran y mientras platicamos un buen ratito, siendo este nuestro diálogo:
    
    - Luis “Veo que te gusta mucho que te cojan, además de vestirte como una puta”.
    
    - yo “Si, me fascina vestirme mostrando mis piernas y mis pechos, además de que se noten mis nalgas y que me cojan me gusta mucho, además de que para mi ya es una necesidad”
    
    - Luis “Una necesidad, porque”
    
    - yo “Porque cuando no me cogen me siento muy ansiosa, muy nerviosa y mi cuerpo se siente raro, adolorido, además tanto en mi ano como en mi vagina siento mucha comezón y eso hace que siempre esté de malas. Algo así como cuando te duele la cabeza y necesitas una pastilla para calmar el dolor, o como cuando un bebedor tiene una cruda y está tembloroso al día siguiente y solo se cura tomando aunque sea un poquito. Así yo, cuando me cogen me compongo y me tranquilizo”
    
    - Luis “Que sientes cuando te están cociendo”
    
    - yo “Siento muy bonito, muy excitante, muy reconfortante, como cuando has tenido mucha hambre y te dan de comer algo. Estamos aquí solos Luis, agarrarme las chichis y las piernas, también las nalgas y cogeme para que veas lo bonito que vas a sentir al cogerte a las mujeres”. Y me volví a desvestir para mostrarle mi cuerpo.
    
    - Luis “Se te ven muy bien los pechos, me podrías recomendar a tu cirujano ...
    ... porque me gustaría verme así”
    
    - yo “Agarrarme toda toda y cogeme y luego tú decides”
    
    Luis me agarró las piernas y las chichis, y me besó los labios, me abrazó y empezó a llorar y me dijo “perdóname pero soy gay, en un antro me gustó mucho un vecino y allí me cogio, y me gustó mucho. Tú estás muy buena y bonita pero no me gustas”.
    
    - yo “Tranquilo Luis, no llores, le dijiste a tus papás”
    
    - Luis “No, nadie sabe y por favor no les digas, ayúdame si puedes para volverme mujer”
    
    - yo “Descuida, no dire nada, y veré si puedo ayudarte, creo que necesitas terapia porque con una vez no pasa nada. Además, eres un muchacho muy guapo y fuerte, pero veremos qué pasa”. Me vestí, y bajamos a la cafetería por un café y luego cuando cerraron nos fuimos a la casa.
    
    El papá y hermano de Alfonso se quedaron con nosotros un mes, y en ese tiempo tanto mi hombre como don Carlos me cogieron todos los días, entre cuatro y seis veces en total, situación que trajo sus consecuencias, físicas y mentales, pues por una parte, diario quedaba satisfecha sexualmente, pero al mismo tiempo, esa situación hizo que mi necesidad de recibir vergas creciera, pues mi cuerpo ya me exigía ser manoseada y penetrada por lo menos cuatro veces diarias, porque de lo contrario mi ansiedad, nerviosismo y malhumor aumentaban así como también lo adolorido de mi cuerpo.
    
    También mis sentimientos y deseos de confundieron, porque empecé a sentirme mas atraída por don Carlos que por Alfonso, tal vez por su forma más ...
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