Todo lo que perdí y lo que me pasó por envidioso
Fecha: 17/12/2024,
Categorías:
Gays
Infidelidad
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... toda mi verga, yo estaba ya a punto de venirme, cuando él dejó de mamar, y colocándose frente a mí, me dio la espalda, se puso en cuatro patas, se bajó ligueramente los pantis que tenía puestos, ofreciéndome sus nalgas.
La verdad es que no lo pensé dos veces, y de inmediato colocándome tras de él, dirigí mi parada verga a centro de sus paradas nalguitas.
A medida que lo fui penetrando, él gemía y movía sus caderas, produciéndome un placer que hasta esos momentos era completamente desconocido para mí.
Lo cierto es que a los pocos segundos me vine, por lo super excitado que me encontraba, la verdad es que me importó muy poco o nada que fuera un chico al que yo me estaba clavando en esos momentos.
Por lo que pasó lo que tenía que pasar, y me vine tras haberle empujado mi verga por su culo tres o cuatro veces.
Lo cierto es que en medio de todo me dio algo de rabia, conmigo mismo, por el haberme venido de manera tan rápida.
Pero casi de inmediato lo escuché con vos femenina decirme. “No te molestes, que ya mismo resolvemos eso.”
Me puse de pie, y casi de inmediato él agarró unas toallitas húmedas, y me limpio mi verga, yo no salía de mi asombro, cuando nuevamente Carlos se dedicó a mamar nuevamente mi verga, después de limpiarla.
Y entre mamada y mamada, me preguntó. “¿Es tu primera vez?” Yo, aunque algo avergonzado, le respondí que sí, y de inmediato volvió a dejar de mamar mi verga y me dijo. “No te preocupes, que eso es normal que pase, ya verás cuando ...
... me lo vuelvas a meter lo mucho que vamos a durar.”
Y en efecto, al poco rato ya mi verga estaba nuevamente bien dura, y cuando me volvió a ofrecer sus paradas nalgas, nuevamente me lo volví a clavar.
Desde ese día, yo prácticamente a diario le daba por el culo, claro que, en esos momentos, él prefería que lo tratase como si fuera una chica.
Quizás por mi pobre situación económica, a diferencia de mi amigo, que tenía no una, sino tres computadoras.
Yo no tenía ninguna, y eso era algo que yo le envidiaba a él, claro que no se lo decía, hasta que un día, estuve pregunta que pregunta sobre sus computadoras, y lamentándome profundamente por no tener ninguna, hasta que finalmente, me regaló la más vieja de sus tres computadoras.
Fue cuando me di cuenta, de lo mucho que envidiaba a mi amigo, ya que a él parecía sobrarle el dinero, mientras que yo apenas y podía hacer uso de mi beca, para costearme todos mis gastos.
Sin poder comprarme ropa, ni ir al cine, ni tan siquiera poder invitar a que nos tomásemos una cerveza.
Mientras que él hacía todo eso y más, sin preocuparse por el dinero para nada, además del tremendo auto que sus padres le habían regalado.
Pero lo que realmente más yo envidiaba del, era lo mucho que el parecía disfrutar cuando yo le daba por el culo.
Claro que eso nunca se lo llegue a decir, porque eso a mí no me llamaba la atención realmente en esos momentos.
Él siguió regalándome cosas, a medida que seguíamos manteniendo relaciones, como ...