Todo lo que perdí y lo que me pasó por envidioso
Fecha: 17/12/2024,
Categorías:
Gays
Infidelidad
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... ropa zapatos, y hasta algo de dinero ocasionalmente.
Por mi parte me dedicaba a darle sabrosamente por el culo, y tratarlo como si fuera una chica, al punto que un día me dijo que se marchaba de la residencia estudiantil donde vivíamos, ya que sus padres le habían comprado un apartamento, en uno de los sectores más caros de la ciudad.
Cosa que yo desde luego envidié bastante, pero cuando me invitó a que me fuera a vivir con él, no lo pensé dos veces.
En ocasiones mi amigo, salía completamente vestida de mujer, y yo lo acompañaba, en especial a un lugar de ambiente gay, en el que al parecer todo el mundo lo conocía, y lo trataban como a una verdadera celebridad.
Cosa que en medio de todo, también me di cuenta de que me provocaba cierta envidia, pero lo que me reventaba los cojones, era la cara de satisfacción que él ponía, cuando yo le enterraba toda mi verga dentro de su culo.
Cosa que en ocasiones yo hacía de manera salvaje, como si quisiera ver que le provocaba algo de dolor, pero en lugar de eso, parecía que más bien le daba una mayor satisfacción, y movía sus caderas con más fuerza, restregándolas contra mi cuerpo, y para colmo luego se ponía a mamar mi verga, reflejando en su rostro un gran placer.
Desde luego que yo nunca le hacía ningún comentario, hasta que una noche después de que habíamos regresado de estar en una fiesta, mientras él se desvestía provocativamente, quizás por lo mucho que yo había bebido, no sé cómo se me ocurrió preguntarle, si de ...
... verdad a él le gustaba tanto que le diera por el culo.
Cuando me preguntó a su vez el porqué de mi curiosidad, le dije que la cara que ponía cuando yo le estaba enterrando mi verga, lejos de ser algo molesto o incomodo, me parecía que lo disfrutaba intensamente.
A lo que mi amigo simplemente me dijo. “Lo que pasa es que como tú no lo has probado nunca, no te parece que lógico que yo lo disfrute tanto.”
En ese instante se me salió decirle, que la verdad era que la cara de felicidad que él ponía me daba envidia.
Su respuesta fue. “Si quieres probarlo, yo te lo puedo meter a ti, para que veas lo sabroso que se siente.”
Al principio le dije que no, pero al poco rato mientras ya los dos nos encontrábamos en la cama, y él comenzó a mamar mi verga, al mismo tiempo también le dio por ir acariciando mis nalgas, e ir introduciendo alguno de sus dedos, dentro de mis nalgas.
Lo cierto es que no sentí nada desagradable, y poco a poco, él se fue colocando tras de mí, hasta que hábilmente me comenzó a penetrar.
Al principio yo me quedé medio paralizado, pero lentamente como que eso me comenzó a gustar, y cuando me vine a dar cuenta, ya estaba moviendo mi culo, de la misma manera que él lo hacía cuando yo le enterraba toda mi verga.
Luego para colmo, después de que se vino, dentro de mí, y extrajo todo su miembro, yo mismo se lo lavé, y de la misma manera que él se ponía a mamar el mío, yo me puse a mamar el de él, con mucho amor y cariño.
Tanto me gustó todo eso, ...