Un árabe me da leche en la calle - Relatos Eróticos

Un árabe me da leche en la calle

... de mi boca. Entonces me la metí directamente en la boca. Estaba en la gloria. No sabía a nada, quizás me dió miedo que estuviera sucia o sudada, pero estaba como recien duchado.

Empecé mi mamada suavecito, disfrutando cada centímetro, cada metida y sacada. Él empezó a reaccionar y su respiración se hizo más fuerte. Yo seguía metiendola, jugando con la lengua en su prepucio y sacándola. Entonces siento una mano que de manera extremadamente suave acompaña mis movimientos y me guía. Le miré y me estaba mirando directamente a los ojos mientras su polla entraba y salía de mi boca guiado por su mano. Cada ratito paraba para respirar, la sacaba, le pajeaba y seguía jugando con la lengua en su punta. Me puse de pie y mientras le pajeaba me acerqué a su boca y le besé. Otra vez ese olor a sandía o melón y ese sabor. Él ahora contestó metiendo su lengua en mi boca. Comenzamos a jugar un poco con las lenguas y el sabor de sandía se mezcló con el de su precum. En ese momento yo me podía haber corrido sin tocarme. Con los ojos cerrados me separé y sonreí mientras me mordía el labio inferior haciendo ver lo caliente que me tenía.

Me puse de rodillas y seguí mamando. No se cuánto tiempo estuve pero se me hizo corto. Recorría su polla, jugaba con mi lengua y me la metía hasta que me daban arcadas mientras él gemía y me acariciaba el pelo acompañando mis movimientos. Mi polla seguía dentro de mi pantalón porque si la sacaba me iba a correr al instante y no quería. Quería disfrutar de ...

... su polla. Entonces comenzó a respirar más rápido, se estaba acercando el momento y yo lo sabía, pero aun así pregunté: "Te vas a correr?". Asintió y después de decirle "Correte en mi cara, dame leche" comencé a mamarsela con un mete saca rápido. Entonces pasó, sentí sus manos en mi cabeza empujandome hacia su polla y un primer chorro de corrida que entraba a mi boca mientras él decía "AAhhh". Me separé y la apunté a mi cara donde recibí dos chorros más, uno que bajaba desde la frente hasta un ojo y el otro en la mejilla. Aproveché los últimos chorritos y me embadurné bien la cara. Miré hacia arriba y ví que tenía los ojos cerrados y su cabeza mieraba hacia arriba. Yo tenía semen en la boca y en la cara, pero mi prioridad era dejarle la polla limpia. Una vez que no le quedaban restos de semen ya me centré en mi y sacando mi lengua limpié alrededor de mis labios todo lo que pude. Con un dedo limpié mi frente y el ojo y llevé esa leche a mi boca. Era bastante espesa y blanca, sabía salada, pero no era ácida. En cualquier otra ocasión ese sabor podría ser desagradable, pero para mi era el mejor sabor del mundo en ese momento. Jugue un poco con la leche en mi boca, saboreandola bien y me la tragué. Estas son las cosas de las que después cuando no estoy caliente me arrepiento, pero el placer que me dió en ese momento es indescriptible.

Él seguía apoyado en la pared y ahora me miraba. Yo le miré y sonreí. Me levanté y llevé mi mano a su polla otra vez haciendole una paja/caricia ...