El Cuñado 2 parte 3 - Relatos Eróticos

El Cuñado 2 parte 3

... estaba, era de un móvil, si, era un móvil que sostenía Beto en su mano.

Entonces Nico cogió una mano de Sofía, ella volvió a negar con la cabeza y luego él cogió su cintura con la otra mano y comenzaron a bailar, en realidad ella se dejaba llevar muy suavemente, pero claramente estaban bailando.

Mi polla dio un respingo en su repentina erección.

Era una música latina, parecida a la bachata pero diferente.

Mi esposa con sus pies descalzos sobre el suelo de lajas de la piscina ahora giraba entre los brazos fibrosos y tatuados del chico, Beto y Oscar sonreían sentados sobre las tumbonas, luego comenzaron a marcar el ritmo haciendo palmas al unísono.

El chaval ya no se cortaba en como hacía girar a Sofía entre sus brazos, vi, como la polla ya erecta del chico bajo el bañador rozaba el culazo de Sofía, no podía más, comencé a masturbarme.

La sensación de estar haciendo algo patético y denigrante parecía inyectar morbo y placer por mis venas.

De pronto se separaron, Beto se puso en pie y se acercó a ella, no era posible, no podía estar deseando que ella bailase con ese gordo.

En realidad Sofía ni siquiera bailaba pues no sabía cómo bailar esa música, simplemente se dejaba hacer, dejaba que hicieran girar su cuerpo y se movía levemente al ritmo que sonaba.

Beto era prácticamente de la misma estatura que ella, tal vez un poco más bajo, ver su panza obscena y morena tan cerca del cuerpo curvilíneo y exuberante de Sofía me aceleró el corazón un poco más si ...

... cabe.

La mano del hombre entrelazó sus dedos toscos con los delicados dedos de la manita de ella,

pegué unos cuantos tirones sobre mi polla y comencé a correrme, casi a punto de llorar.

Justo en ese momento ella se alejó de Beto y recogió sus cosas, se calzó unas hawaianas y se marchó.

Luego fui a nuestra habitación, ella tardó un poco más en venir todavía, me desplomé sobre la cama, me sentía avergonzado de mí mismo. Por haber dejado a Sofía sola con ellos y luego por haberlos espiado y por haberme masturbado finalmente ¿realmente estaba tan enfermo?

_ ¿Por qué te has marchado así? ¿Estás loco?_ me dijo en cuanto me vio

_ ¿Qué hablabas con el chico?_ dije yo

_ ¿Con Nico? ¿Cuándo?_ dijo ella mientras se quitaba el trikini, sus tetazas emergieron imponentes y sólidas.

Me chocó esa familiaridad con que había dicho su nombre, Nico, como si lo conociera de toda la vida.

_Cuando Oscar y Beto estaban conmigo en el agua_

_Nada, tonterías, que está acojonado por la prueba esa que tiene que dar mañana_

_ ¿Y tú que le has dicho?_

_Nada hijo ¿Qué quieres que le diga? Que esté tranquilito, que haga lo suyo, que seguro debe jugar bien al futbol, es argentino y nada_

_ ¿Y cómo has acabado bailando con ellos?_

_Joder Albert, de verdad es que estás fatal_

_Venga os he visto desde la habitación de los niños_

_Estás realmente enfermo de tanto mirar_

Sofía estaba completamente desnuda, se giró y desde atrás pude ver sus glúteos carnosos y firmes. ...