1. Pasé de ser homofóbico a versátil (parte 2): Pasivo


    Fecha: 08/01/2025, Categorías: Transexuales Autor: versatilidad, Fuente: CuentoRelatos

    Estaba de vacaciones tranquilo en casa, me desperté con las ganas de hacerle el amor a mi mujer, no es una señora de edad, tenemos 30 años los dos, ella es una mujer muy sexy, tiene unos pechos naturales enormes, y un trasero delicioso, y aunque no me crean se parece en un 75% a Violet Myers, claro que no va al gimnasio ni hace ejercicios, no está en buena forma, pero cuando se viste bien, los demás lobos no resisten a dar la vuelta para mirar tremendo culo y esas tetotas.
    
    Hemos vivido muchos años sexuales muy activos, sobre todo cuando recién nos conocimos a los 21 años, y pues ahora la relación se ha enfriado mucho, está muy estresada por el trabajo, tanto suyo y mío, las deudas, y la situación en la que vivimos, tanto que cuando quiero hacerle el amor nunca faltan las excusas de: “Me duele la cabeza”, “estoy estresada”, “no tengo ganas”, “estoy muy triste hoy”, y muchos más etcéteras.
    
    Bueno, a lo que iba es que, me desperté con muchas ganas de hacerle el amor, sin embargo, me puso una excusa nueva: “No me gusta tu cabello, si te lo cortas lo hacemos”, nada me animó tanto que esa misma tarde me bañé, y como siempre, me tocaba mi culo, metía mi dedo a mi virginal ano, explorando una parte de mi sexualidad que no quería, sólo por miedo.
    
    Cada vez que me metía un poco más el dedo, me excitaba más, me masturbaba mientras mi ano tocaba una parte de mí que creía que no tenía, hasta llegar a casi eyacular, pero me detuvieron las ganas de darle toda esa leche a las tetotas ...
    ... de mi mujer, así que terminé de bañarme y salí en búsqueda de un corte lo más antes posible.
    
    Caminé unos 10 minutos y entre todas las barberías, y a lo lejos vi barrer el piso a una hermosa transexual, con un vestido pequeño de color negro, unas tetas entre medianas a pequeñas, firmes y sin sostén, una cintura pequeñísima, y un culo tremendo, mucho más grande y redondo que el de mi mujer, claro que todos hemos visto el culo de una trans, pues éste era el mejor de todos, así que decidí probar suerte a ver si podía introducir mi pene entre esas nalgas.
    
    Pedí un corte, pero el olor a alcohol invadió mi olfato, había bebido, así que lo dudé un poco, a lo que le consulté si era seguro cortarme, ya que me había percatado de que había tomado, a lo cual me respondió muy amablemente “No te preocupes, si no te gusta, no me lo pagas”, tal oferta invadió mi mente de dudas, pero más pudieron mis ganas de probar ése hermoso culo.
    
    Mientras me cortaba el cabello, me iba preguntando todo de mi vida, y siempre fui honesto, le dije que tengo una hija, esposa, además de contarle lo que leíste en los primeros párrafos, a los cual me explicó que las mujeres son así, para algunas, el sexo no es tan vital, y no lo necesitan, claro que no aplicaba para todas, otras son muy mañosas y les encanta la verga, pero la de otros. Me dijo que quizá ella me engañaba con alguien, y eso era lo que afectaba nuestra relación.
    
    Por un momento lo pensé, lo retuve en mi cabeza, lo analicé, y no vi fallas en ...
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