1. Compañero de piso lesionado


    Fecha: 10/01/2025, Categorías: Gays Autor: Garion de Riva, Fuente: TodoRelatos

    ... limpiándolo pero él se giró antes, de manera que su rabo se bamboleó a escasos centímetros de mi cara, dejándome clavado en el sitio, como hipnotizado.
    
    - Por fa tío, necesito tenerla bien limpia para luego… hazme ese favor, anda –lo miré durante 3 segundos, en los que él mantuvo la cara implorante de niño bueno, y finalmente le agarré el paquete con la mano izquierda y le levanté los huevos, pasándole la esponja por todo el perineo desde atrás-. Gracias, tú si que eres un amigo.
    
    Cristóbal cerró los ojos y echando la cabeza atrás volvió a ponerse debajo del chorro, yo ignoré su comentario y me centré en mi trabajo. Sujetándole la polla hacia arriba, le pasé la esponja con suavidad por los huevos, notándolos pesados. Le enjaboné bien todo el pubis, y una vez tenía la suficiente espuma dejé a un lado la esponja y pasé a usar solo las manos. Mi mano derecha masajeó sus huevos para asegurar que quedaran bien limpios. La izquierda, que seguía aguantando su polla hacía arriba, la soltó para recoger una buena cantidad de espuma que luego le puse en el glande, y con cuidado lo envolví con la mano a la vez que hacía un movimiento circular. Cristóbal se estremeció y soltó una risita, pero me dejó hacer aun con los ojos cerrados. La sentía gorda en mi mano, sin duda le estaba empezando a crecer… y yo me estaba poniendo demasiado burro de tenerla tan cerca de mi cara, de mi boca… así que me levanté de golpe, rojo como un tomate y con la polla apuntándole directamente a la cara de ...
    ... lo tiesa que estaba.
    
    - ¿Ya? Con lo bien que lo estabas haciendo… ¡Uy hola! -dijo dándome un golpecito en la punta del rabo que me hizo encogerme-. ¿Esto es por mí?
    
    - Cállate, payaso – a él le parecería gracioso, pero yo pasaba de movidas-, y pásame el champú que así te lavo el pelo y puedo ducharme yo mientras te aclaras.
    
    - No te enfades, si a mí ya sabes que me da igual. Además, a la mía también le estaba gustando lo que le hacías, esto de no poder pajearse es una mierda -dijo riéndose y encogiendo los hombros. No era mentira lo de su polla, ya la tenía a más de media asta. Y ya era tan grande como la mía-. Igual debería pedirte ayuda más veces.
    
    - Si claro, también podrías chupármela tu a mí, y así al menos no dirías tonterías. El champú –zanjé así el tema.
    
    Y ahí quedó la cosa, él morcillón y yo con la polla dura hasta que acabamos la ducha y cada uno siguió a lo suyo, yéndonos a nuestras respectivas quedadas.
    
    Llegué a casa varias horas después ligeramente bebido, ya habiendo olvidado el incidente de antes. Me lo encontré en el sofá mirando una peli con un cubata en la mano.
    
    - Uy, pensaba que dormirías fuera hoy –le dije.
    
    - Yo también.
    
    - ¿Qué ha pasado?
    
    Me comenzó a explicar que habían estado en casa de ella liándose, metiéndose mano, todo bien… pero que de golpe ella lo había parado en seco para decirle que él le gustaba mucho, que quería una relación seria, etc. Algo que desde luego Cristóbal no buscaba, ya que sólo le apetecía el sexo por el ...
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