Secretos de Padre e Hijos 7 - Relatos Eróticos

Secretos de Padre e Hijos 7

... Pedro.

Fernando: venga mijo vamos a darle un buen espectáculo a nuestros amantes, vamos a calentarlos tanto que desearán unirse a nosotros.

Jr.: venga hermanito, queremos ver como el primo Fernando te hace suyo, mientras el tío Miguel y yo observamos, luego nos unimos a ustedes.

Memo: en ese momento Fernando me inclinó y empezó a comerme el culo con una habilidad tremenda, podía sentir como su lengua se ponía dura y trataba de penetrar mi culo, mientras yo gemía de placer, al sentir el jugueteo de aquella lengua y la sensación de estar siendo observado, por dos espectadores, después de un momento me tocaba darle placer Fernando, así que me di la vuelta y arrodillado frente a él, me llevé su verga de 18 cm a la boca, mientras le hacía el oral, Fernando gemía y acariciaba mi cabeza, haciéndome que me tragara toda su verga, luego respiraba para continuar con la felación, después de varios minutos volteó a ver a mi hermano y tío.

Ellos se estaban acariciando, pero atentos a lo que hacíamos Fer y yo, luego Fer me acomodó en cuatro patas sobre el sofá, comenzó a mamarme el culo de nuevo, dilatándolo con cada lengüetazo que me daba, no paraba de gemir, escuchaba a mi tío decir; vaya que se estaba reprimiendo al gemir, eso me pone más caliente, quiero escucharte gritar mijo. Yo solo seguía gimiendo como loco, al sentir como la lengua de Fer recorría mi ano dilatándolo más.

Poco a poco, Fer fue subiendo, besaba mi cuerpo con una pasión que me hacía sentir un cosquilleo ...

... extraño, pero placentero, se acercó a mi oído y me dijo suavecito, listo papi ahí te va mi verga, ¡disfrútalo! y no te contengas, apuntó su verga gruesa de 18 cm y empujó lento, su verga se deslizó suave, grité al sentir como ésta entraba, Fer me preguntó si me dolía, yo solo le dije; no, continúa, me encanta como entra tu verga, empujó lento hasta que su verga quedó dentro de mí.

Y antes que Fer empezará a moverse, fui yo quien tomo la iniciativa, pues deseaba poder sentir el roce de su verga, ya que esa escena me tenía más caliente de lo habitual, fui moviendo mi cadera, siendo yo quien se ensartaba en aquella hermosa verga de 18 cm, que estaba dura y respondiendo, al igual que el disfrute de Fer, pues no paraba de gemir y dejó que fuera yo, quien me moviera por un momento, hasta que me tomó de las caderas y detuvo mis movimientos, empezó a darme despacio, lento, la metía y la sacaba por completo, para volver a meterla, lo hacía despacio sin prisas.

Yo gemía y pedía que me diera más fuerte, pero él me estaba haciendo desearlo aún más de lo que ya lo deseaba, me sujetaba de las caderas, la metía lento hasta que sus huevos pegaban con los míos, se detenía un poco dejándomela adentro y luego retrocedía para sacarla lento, le suplicaba que me diera más fuerte y él solo me decía; esto es lento mijo ya verás cómo tendrás verga de sobra en tu culito, solo se paciente papi. Y seguía lento, pero de repente empezó a darme un poco más duro, y justo cuando lo empezaba a disfrutar ...