1. Cuando me tiré al profesor de la uni


    Fecha: 11/01/2025, Categorías: Hetero Autor: DominusBleatus, Fuente: TodoRelatos

    ... mocasines tirados por ahí, solo con los altos calcetines y moviendo el culito.
    
    —Mira, ¿te gusta, profe? —y me giro para enseñarle la colita de conejo.
    
    Se le vuelven vidriosos los ojos y percibo una más que evidente erección. Joder, estoy buena, y parece que le gusta mucho lo que ve. Mi excitación debe poder olerse.
    
    —Profe, no dejo de soñar contigo… y son sueños que… ufff…
    
    Va a replicar, pero no le dejo. Me abro bien de piernas. He venido pensando guarradas todo el camino y yo lubrico como un grifo roto. Me retuerzo un pezón y ahí está el primer chorro, un hilo transparente y viscoso que cae de mi entrepierna como una gota transparente y prometedora.
    
    Se relame. Siento que sus principios morales van a quedar hechos añicos con un poco más de presión, así que doy un par de pasos titubeantes, aun abriéndome el coño con una mano, tocándome un pecho con la otra que apenas puede contener. Son bonitos, con forma de lágrima y los pezones miran impertinentemente al cielo, algo picudos.
    
    Me pego a él, que parece haber quedado congelado en el espacio y el tiempo.
    
    —Profe, no me haga volver… sería un desperdicio. Además, va a estallar una tormenta y pasaría frío. Y mi pequeño apartamento está lejos y tiene la calefacción estropeada —le digo, mintiendo como una bellaca, zorra perdida, salida, porque me he puesto cachonda por dos—. Por favor —le susurro, pegada a su pecho acercándome a su boca entreabierta.
    
    —Yo… Selene no… deberías
    
    Se quita las gafas y se pinza ...
    ... la nariz, intenta recomponerse. Mi mano se estrella contra su paquete y acaricia el bulto —y qué pedazo de bulto— de su entrepierna.
    
    —Aaaaah…
    
    Premio.
    
    Baja la cabeza y mis manos se lanzan a su cuello para atraparlo y besarlo. Su boca responde rápida y cálidamente. Me besa en profundidad y su lengua se vuelve exigente, masculina y recia, posesiva. Sus manos agarran mi buen culo del que tan orgullosa estoy, y me levanta sin esfuerzo. Me lleva hasta el sofá. Se detiene ante él por un momento con la cordura asomando en sus ojos que veo de cerca que son verdes.
    
    —¿Qué estamos haciendo? ¿Qué estoy haciendo…?
    
    No le dejo pensar. Me retrepo más, casi apoyada en su pecho y tomo su cara entre mis manos para meter toda mi lengua en su boca haciendo que la chupe. Él la acoge y la succiona creando una intensidad maravillosa. Mis pezones están cerca y sin apenas molestia me alza más y se los pone al alcance de la cara mientras yo aplasto su cabeza contra mí. Sus labios atrapan mis pezones y los chupan, los mordisquean y tiran de ellos haciéndome suspirar. Pasa al otro, lamiendo el pecho, el seno, el otro pecho y luego atrapando la erección en sus labios para volver a succionar y morder suavemente.
    
    Despacio, me suelta, nos volvemos a besar, y me dejo caer de rodillas. Voy a atraparlo, a hacerlo totalmente mío. Ya en el suelo le desabrocho con hambre el cinturón y le bajo los pantalones. Se los saca en un momento y entonces, despacio, tiro de la cinturilla de los bóxers. La ...
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