1. Miguelito, el Pequeño Demente: Locuras Lechosas desde los 6 Años / 3


    Fecha: 19/01/2025, Categorías: Fetichismo Gays Sexo con Maduras Autor: Maximiliano20, Fuente: SexoSinTabues30

    ... uretra comenzaban a brotar gotas de líquido preseminal y caían hacia su tronco dónde eran absorbidas por mis lengüeteos. Con mi mano derecha tome su gran verga de 17 cm y la baje para metermela a la boca y comenzar a mamar cuál becerro. Me sujete fuertemente de sus rodillas para que mi boca no se saliera por el movimiento del camión y llegará lo más profundo que pudiese, el con sus dos manos me agarró de la nuca y comenzó a follarme la boca. Éramos cuidadosos con los sonidos, cuando ya se escuchaba un poco más bajabamos la intensidad y así seguimos por varios minutos hasta que llegó el momento que tanto ansiaba desde el inicio de este viaje.
    
    Sus huevos se hincharon a la vez que subieron, su verga se expandió y el glande se esponjo aún más, yo metí mi lengua sobre la uretra y el solo soltó un gran quejido que pudieron haber escuchado algunos pasajeros de enfrente pero ellos iban muy dormidos. Alejandro me miró y yo a él, su cara comenzó a fruncirse de placer y yo empecé a sentir aquellos chorros de leche, eran amargos y espesos. Abrí más la boca y tragué todo lo que pude, nuevamente tenía leche y eso me hacía el nene más feliz, seguía chupando para que saliera la última gota. Alejandro me agarró de las mejillas y lentamente me fue quitando de su verga, yo le saque la lengua a modo de grosería infantil sin embargo mi lengua estaba blanca por toda la leche que tome, el solo sonrió amargamente, su verga ...
    ... comenzaba a deshincharse y ese proceso me mantuvo concentrado, nunca había visto como se volvía hacer pequeño. Una vez quedó flácido me hizo señas de que me levantará y me subiera al asiento, luego el subió rápido sus boxer rojos y su pantalón negro, yo lo mire con una sonrisa y le dije “Que rica leche” el me contestó : Si? Que bueno que te haya gustado ahora ya duérmete con una leve sonrisa, podía notar como su culpa culminó por fin en este viaje. Yo asentí y me acomode para dormir plácidamente, por la mañana estaríamos llegando a Cancún así que ya podía dormir.
    
    El chófer nos despertó con el alto parlante para informarnos que en unos 30 minutos estaríamos llegando a la estación de Cancún para que agarráramos nuestros equipajes de mano y no retrasáramos el descenso. Antes de que el autobús se detuviera Alejandro me dijo con un tono de preocupación:
    
    Miguelito por favor no le digas a tus padres a qué jugamos ya que esos juegos no los pueden saber.
    
    Yo le dije en un tono de diversión infantil: “Si ya se, esos juegos son secretos como el que jugué con Max”
    
    Alejandro se paró con angustia y preocupación de que yo dijera algo, paso enfrente de mí dejándome ver por última vez aquél bulto tan rico que me había amamantado durante este viaje para luego avanzar sobre el pasillo y descender. Mi mamá me hizo señas con la mano para que fuera donde mi familia y bajáramos para comenzar con nuestras vacaciones en Cancún. 
«12345»