El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... pero vamos a ir un poco más haya, vamos a poner alguna norma nueva para hacerlo más entretenido si cabe, si después de esos treinta segundos alguno no se ha corrido, tendrás que volver a pasar pero está vez cambiar el orificio, ya que no se podrá repetir y al final el que más aguante, el último en correrse tiene como premio estar a solas contigo"

Mamá: “pero como puedes ser tan degenerado, tú estás loco, de verdad esperas que acceda a esta locura"

Ahora la voz de mi madre sí que sonó más molesta, incrédula ante tal proposición, y bastante molesta, pero Guillermo apenas le hizo caso y siguió con lo suyo.

Guillermo:"¡Calla puta¡no tienes alternativa y además te colocaremos este pañuelo en los ojos para que no veas con quién estás, te preguntaremos con y si lo aciertas podrás cambiar al siguiente sino al que hayas nombrado tendrás que chupársela mientras sigues follandote al que le tocaba"

Se hizo el silencio, mi madre no parecía muy convencida, parecía dudar y lo miraba entre asustada e indecisa, pero la seguridad de Guillermo le hacía ver que hiciese lo que hiciese acabaría pasando, así que decidió callar para evitar males mayores.

Guillermo mientras mi madre parecía pensárselo, comenzó a sobarle el culo, al ver la nula resistencia o reacción a esos tocamientos, le fue soltando sus brazos, para meterle una de sus manos por su entrepierna y buscarle la boca para fundirse en un intenso morreo, sus compinches no se quedaron atrás, y se fueron acercando, mi madre ...

... desapareció literalmente entre todos ellos, poco a poco y con mucho cuidado fueron desnudaron a mi madre y le sobaban todo su cuerpo.

Mi madre a pesar de su indecisión inicial parecía estar cediendo y un brillo intenso se apoderaba de su mirada, ya no había marcha atrás, esos cabrones habían conseguido encender el lívido de mi madre y ya no había vuelta atrás.

De repente vi como esos cabrones se colocaban en el colchón en línea mientras el imbécil de mi primo orientaba a mi madre para que se colocase sobre su primer semental, se dejó caer lentamente sobre el hasta que encontró su inhiesto cipote, lo cogió con suavidad y lo oriento hasta su coño para dejarse caer sobre él, haciéndolo desaparecer en sus entrañas, tras unos segundos en los que parecía deleitarse de esa penetración, comenzó a subir y bajar lentamente, mientras el cabron de Julio pellizcaba sus pezones, haciéndola gemir.

Jorge:"25, 26, 27,28,29 y 30 fin para, levanta"

En el momento que dieron los 30 segundos mi primo además de avisar que el tiempo estaba finalizado, cogió a mi madre por uno de sus brazos obligándola no sólo a parar sino también a levantarse.

En la cara de mi madre se dibujó una mueca de frustración, de no hacerle gracia que parase en ese momento, al igual que Julio, pero a los demás si parecía hacerles gracia.

Mi primo no pareció darse cuenta de ese detalle o simplemente lo obvio, ya que como le habían pedido este escrupulosamente, cumplió a rajatabla su cometido, obligando a parar ...