El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... nunca.

Yo:” Tengo una duda que no acabo de entender muy bien, espero que no te moleste, pero eso que me comentas que pasó en la cueva con Guillermo, porque no te marchaste... O no lo denunciaste, si se supone que tú no querías..."

Mi madre agacho la cabeza.

Mamá: “hijo, no se muy bien como explicarlo, ni yo misma se exactamente que paso… no es que no quisiera, reconozco que el muy cabron me calentó en exceso y deseaba jugar y follar con él, lo que no imagine su reacción, pero nunca antes me lo habían hecho así... de manera tan violenta, me hacía daño y sentía que solo pensaba en él, en su disfrute personal… me trataba como si fuese una cualquiera, una muñeca de trapo…pero reconozco que me gustaba, no se fue algo único, no lo había sentido hasta ahora, saco lo peor de mí, sentía vergüenza y frustración, incluso asco por ser usada por un crio, mientras por otro lado sentía como me mojaba y en el fondo deseaba que no parase, quería más, que me usara, que me violentase… que no parase hasta que me partiese en dos, fue un cruce de sensaciones intenso, raro y algo masoca, que termino conmigo lastimada y humillada y muy excitada, incluso llegue a sentir vergüenza por haberlo disfrutado"

Yo:" no tienes por qué avergonzarte de nada, no hiciste nada malo, pero creo que todo esto tendrías que hacerlo ...

... con alguien de confianza.... No entiendo porque no se lo propones a Javi, no se merece esto, o con el tío, aunque sé que es egoísta y solo mira por y para él, pero es de la familia y no permitirá que te hagan daño…, El hecho de irte con gentuza como Guillermo, puede darte problemas"

Mi madre me miro de manera tierna y maternal y con una mueca que parecía ser una sonrisa me contesto de manera condescendiente.

Mamá:" hijo cuando seas mayor lo entenderás, ahí momentos en los que la cabeza no funciona, se nubla y no piensa con raciocinio y aunque sabes que eso no está bien… lo haces, es como una droga, no puedes dejarlo, no puedes parar, y lo peor de todo es que cuanto más prohibido o menos recomendable, más ganas tienes de probarlo y una vez lo has probado quedas enganchado y salir de ello es complicado"

Justo en ese momento, llegamos a casa y dejamos la conversación.

Ese fin de semana había sido el confidente de tres de mis familiares, mi madre, mi abuelo y mi primo.

Pero parecía que esto no iba a parar, por lo que prefería estar cerca de mi madre, no solo por controlar que no la lastimasen sino porque sinceramente disfrutaba mucho cuando mi madre estaba en plena efervescencia, ella para mí era mi droga y no podía dejar de consumir.

Espero que les haya gustado se aceptan sugerencias.