El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... no tengas dudas que seremos auténticas tumbas, somos los primeros que no queremos que esto se acabe, ni mucho menos se sepa"

Los abuelos estaban en una nube, no daban crédito a su suerte, y una pequeña algarabía se montó en torno a mi madre, hasta que el Dueño cogió a mi madre por la cintura colocándole una de sus manos en su hermoso y duro culo y le planto dos besos en el comienzo de la comisura de sus labios y se despidió de ella.

Dueño:” siempre que quieras ya sabes dónde estamos, será un placer poder gozar de tu presencia, espero que tengas un buen viaje y no tardes mucho en volver por aquí, si nos avisas podríamos prepararte alguna sorpresita… ya iras diciendo"

Eso de gozar, sentí que lo decía con algo de retintín, y lo de la sorpresita también vi como lo arrastraba y miraba fijamente a mi madre, a la cual parecía hacerle gracia.

Así pues, todos los abuelos se despidieron de mi madre de manera muy similar a la del dueño, y esta ni les reprocho ni les recrimino su acción a pesar de estar yo ahí mismo, mi madre parecía abrumada, ante tanto cariño y atención hacia su persona, pero tras los besos de rigor nos marchamos

Mi madre al principio del trayecto no abrió la boca, estaba ausente, seguramente pensando y valorando todo lo que había pasado ese fin de semana, que no había sido poco.

Varias veces sentí como mi madre se agitaba en su sitio y se sonreía o instintivamente se mordía un labio de manera divertida, estaba seguro de que estaba rememorando esos ...

... momentos que tanto la habían excitado.

Era evidente que esos abuelos habían despertado algo en mi madre, mientras en el día de ayer sentía que la vergüenza y la tristeza la embaucaban, hoy todo era muy diferente, se la sentía relajada, risueña y sobre todo contenta, y aunque me encantaba verla así algo me decía que esos abuelitos no solo habían hecho disfrutar a mi joven madre, tenía la sensación de que habían abierto la caja de Pandora, de que esto no iba a ser un hecho aislado, sino el primero de muchos.

Yo por mi parte miraba a mi madre, necesitaba saber que pasaba por esa cabecita, que había pasado este fin de semana y sobre todo porque lo hacía.

Yo: “mamá ¿Estás bien?" No dices nada...

Mamá:” si si cariño estoy bien, cansada pero bien"

Yo:"¿Cansada? porque, ¿Tienes algo que contarme?

En ese momento mi madre salió de sus pensamientos para mirarme detenidamente, parece que esa pregunta la cogió desprevenida, y la hizo volver por un momento a la realidad

Mamá:” porque lo dices"

Yo: “no se... Cómo decirlo, pero últimamente estás muy activa, y la sonrisa que tienes me encanta, pero me mosquea, y esos comentarios con los abuelos… no sé, creo que este finde me he perdido algo..."

Mi madre se sonreía y me miraba divertida.

Mamá:"ainsss hijo como me conoces, y como estas creciendo"

Yo:” vamos que ha pasado algo este finde y no me lo has contado, venga cuenta, cuando ha sido… ¿fue ayer? ¿Con el primo? o ha sido esta tarde con los abuelos…"

Vi como ...