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Túnel dimensional, Mesopotamia
Fecha: 24/01/2025, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... similares. Y ya volví una vez con una importante cantidad de piojos, como para querer repetir la experiencia. Lo primero que hice tras todo ese chusco episodio fue asegurarme los servicios de los jóvenes mas guapos y fuertes y de las chicas mas bonitas que pude encontrar. Después de hacer que se bañaran, dos o tres veces, por supuesto. Conseguí su fidelidad incondicional por el mismo medio que la del sacerdote. Cuando una supuesta diosa te come el coño o la polla y te saca un par de orgasmos no hay forma de discutir. Pero mientras ellos no me llevaran la contraria estaba dispuesta a pasarlo bien con mi séquito. Y hacerles disfrutar a ellos. La muchacha más linda de la aldea no se despegaba de mí. Era una belleza morena de ojos negros. La más valiente, fue la única que se atrevió a corresponder a mis atenciones sin miedo y sin cortarse un pelo. Además de valiente lista, cuando me fui de allí pensaba que era la única que se había dado cuenta de todo el montaje. Se hacía llamar Nadesh. Con los nombres he intentado hacer una transcripción fonética lo más cercana posible a la pronunciación que ellos tenían. Pero no sé si he conseguido captar todos los matices. Solo conseguí aprender como un centenar de palabras del idioma. Pero con la infatigable escolta de Nadesh no me hizo falta mucho más. Ella atendía todas mis necesidades. Cuando me la llevé al interior del templo y empecé a besarla un segundo después tenía su lengua dentro de mi boca. Aprendía rápido o ...
... puede que ya hubiera practicado con una amiga anteriormente. El caso es que con bastante reverencia me ayudó a librarme de la trasparente túnica de lino que llevaba puesta. Creo que esa primera vez todavía pensaba en mí como en un ser sobrenatural. No tuve que pedirle nada. Aunque tampoco hubiera podido hacerlo más que con mímica. Ella solita empezó a besar y lamer mi piel, suave, despacio y lasciva. Del cuello y los hombros pasó a mis tetas. Sabía como comer unos pezones, así que aquel no era su primer rodeo. ¿Esa chica era bisexual? O ¿estaba aprovechando mi presencia para satisfacer un gusto exclusivo por las mujeres?. Según fui conociendo más su cultura resultó que todos eran en mayor o menor medida bisexuales. La lengua juguetona en mi vientre me hacía cosquillas. Pareció sorprenderse cuando llegó por fin a mi depillado y limpio pubis. Murmuró algo en su lengua sobre la que no aún no tenía tanto dominio como para entenderlo. Y sin más dilaciones clavo la húmeda entre mis labios buscando el clítoris. La gente que pasaba cerca del recinto tuvo que oír mis jadeos y gritos y me importó un higo. En segundos me había conseguido el primer orgasmo de la tarde, al que siguieron muchas corridas. Parecía que Nadesh tenía sed de mis jugos. Pero ni siquiera se conformó. Clavó la lengua en mi ano y siguió hasta los pies. Tenía que corresponder, desde luego que no se trataba de devolver el favor sino de que estaba deseando comermela. Volví a besar sus sensuales labios. ...