Enviciar a una empresaria - Relatos Eróticos

Enviciar a una empresaria

Enviciar a una empresaria

A sus 42 años, Sally era una empresaria que nunca se había casado... Tuvo un éxito total en su vida empresarial pero a costa de su vida social... Y por supuesto, no tenía ninguna vida sexual.

Su joven secretaria Nina dijo que siempre iba demasiado estricta en su vestir y comportamiento y le dio la dirección de un club nocturno que, según ella, la ayudaría a relajarse.

A ella le gustaba Nina, pero nunca le dijo nada... En ese momento tomó la dirección del Club y la guardó en un cajón.

Pasadas un par de semanas, estaba muy cansada del trabajo y no quería ir a casa a comer otro sándwich y ver televisión, así que cogiendo la dirección decidió pasar a conocer ese club nocturno que le había sugerido su secretaria.

El lugar era un tugurio total con un cartel arriba que decía ‘Club The Naughty Corner’... Pensó que dentro debía hacerse algún tipo de espectáculo de striptease, pero como había llegado hasta aquí, tomaría una copa antes de regresar a casa.

Cuando entró, notó que casi todos los presentes eran mujeres de todos los colores y edades... Tuvo el presentimiento de que podría ser un bar de lesbianas y pensó en reñir a Nina cuando la viese.

Encontró un taburete en la barra y pidió una bebida... Poco después, una señora de unos 50 años se acercaba a ella y se la servía.

Se dio cuenta de que varias mujeres tenían sus blusas abiertas o vestidos levantados y sus manos se movían debajo de ellos mientras miraban a su alrededor sin ...

... sentir ningún pudor en hacerlo.

Hubo besos y caricias femeninas mientras ella se excitaba viendo lo que antes había considerado tabú... Ella no era lesbiana pero la vista era excitante de todos modos.

Una joven rubia de unos veintitantos años se sentó a su lado y notó que era muy atractiva... Llevaba una falda corta y una blusa que dejaban al descubierto sus tetas.

- "Hola... Mi nombre Yadira", dijo la joven.

- "Hola Yadira... Soy Sally... Encantada de conocerte", respondió.

- "Bueno, Sally, ¿eres pasiva o activa?... Apuesto a que eres pasiva... Me encantaría dominarte yo misma", le dijo Yadira.

Sally, sin conocer los términos, entendió el mensaje de que Yadira pensaba que era less... Le respondió que acababa de entrar a tomar una copa y que no se metía en cosas como las que le proponía... Ella, puntualizó que después de tomar esta copa se iba a casa.

- "Apuesto a que estás mojada", dijo Yadira y antes de que Sally pudiera objetar nada, sintió que su mano se metía entre sus piernas y tocaba su coño por encima de sus bragas.

- "Lo sabía", dijo con una sonrisa en su rostro.

Sally, atónita, no dijo nada mientras los dedos de Yadira habían entrado a su coño, encontrado su humedad y frotaban su clítoris.

Sally se sentía muy bien y no quiso detenerla, por lo que abría más las piernas para que tuviera más y mejor acceso.

El sudor se le estaba formando en la cara, mientras los dedos de Yadira tocaban su coño y acariciaban su clítoris... Sabía lo que Yadira ...